Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (CE), informó que el bloque comunitario decidirá un cuarto paquete de sanciones contra Rusia que se establecerán en las próximas horas en coordinación con el G7.
“Vamos a aplicar un cuarto paquete de sanciones que permitirá aislar todavía más a Rusia de la economía mundial”, dijo Von der Leyen este viernes luego de que finalizara una reunión de líderes europeos en Versalles (Francia), en la que estuvieron presentes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
A propósito, Emmanuel Macron dijo que efectivamente Rusia se enfrenta a nuevas “sanciones masivas” si la guerra continúa en Ucrania.
“Si Rusia intensifica los bombardeos, el asedio de Kiev y las escenas de guerra, sabemos que tenemos que adoptar de nuevo sanciones masivas”, dijo en rueda de prensa Macron, para quien la UE apoyará a Ucrania “hasta el final”.
Según el mandatario francés, cuyo país ejerce la presidencia pro témpore de la UE, “nada está prohibido, nada es tabú”. “Haremos todo lo que consideremos eficaz (...) para detener la agresión de Rusia”, agregó.
Sus declaraciones, durante una rueda de prensa en la Galería de las Batallas del Palacio de Versalles, se producen después de que su par ucraniano, Volodímir Zelenski, urgiera a la UE a “hacer más” por Ucrania.
Los 27 dirigentes de la UE debatieron durante dos días en la turística ciudad francesa el impacto que podría tener en el bloque la guerra en Ucrania, comprometiéndose a reforzar su defensa y poner fin a la dependencia del gas y crudo rusos.
El jefe de Estado francés advirtió además que la invasión rusa en Ucrania “desestabilizará” profundamente el suministro de alimentos en Europa y África en los próximos 12 a 18 meses.
“Debemos prepararnos y reevaluar nuestras estrategias de producción para defender nuestra soberanía alimentaria” en Europa, dijo Macron, quien abogó también por impulsar una estrategia para África, ante el riesgo de “hambruna” en algunos países.
Rusia extiende su ofensiva en Ucrania
Las tropas rusas intensifican su ofensiva en Ucrania, donde bombardearon por primera vez la ciudad de Dnipro (centro) y dos aeródromos militares del oeste del país, mientras estrechan este viernes el cerco en torno a Kiev, la capital, en medio de denuncias sobre nuevos ataques contra civiles.
Más de dos semanas después de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, centenares de miles de civiles siguen atrapados bajo los bombardeos, en tanto más de 2,5 millones huyeron del país, según estimaciones de la ONU.
Los países occidentales han impuesto fuertes sanciones a Moscú y enviado fondos y refuerzos militares a Ucrania, pero no han logrado impedir el avance de Rusia, que efectuó múltiples bombardeos en la madrugada del viernes.
Las primeras negociaciones de alto nivel entre los dos bandos, el jueves, no condujeron a ningún avance de cara a un alto el fuego, pero el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que vio algunos “pasos positivos” en las conversaciones.
Según él, las negociaciones “ahora tienen lugar casi todos los días”.
En el terreno, tres misiles alcanzaron edificios de civiles en la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania, este viernes temprano, destrozando una fábrica de zapatos y matando a un guardia de seguridad.
Hasta ahora, la ciudad había sufrido muy pocos ataques, por lo que se convirtió en un centro de coordinación de ayuda humanitaria y de recepción de desplazados.
“Hoy se suponía que debíamos acoger a gente que necesita mucho apoyo (...) Ahora no podemos ayudar a nadie”, dijo Svetlana Kalenecheko, que vive y trabaja en una clínica dañada por el ataque.
Los bombardeos nocturnos también alcanzaron las ciudades de Chernígov (norte), Sumy (noreste) y Járkov (este), fuertemente impactadas por la ofensiva rusa. Los ataques causaron daños en edificios de viviendas e infraestructuras de suministro de agua y electricidad.
Cerca de Oskil, en la región de Járkov, establecimiento para personas con discapacidad fue blanco de los bombardeos rusos, indicó este viernes un responsable local.
“Los rusos volvieron a llevar a cabo un ataque brutal contra civiles”, lamentó en Telegram Oleh Sinegubov, indicando que no se registraron víctimas. En el centro había 330 personas en el momento del ataque, 73 de las cuales pudieron ser evacuadas.
Este ataque se produjo dos días después del bombardeo contra un hospital pediátrico de Mariúpol (sur), que provocó la muerte de tres personas, incluida una niña. En esa ciudad, a orillas del mar de Azov, la situación es descrita como “apocalíptica”.
Según su alcalde, Vadim Boishenko, más de 1.200 residentes murieron en Mariúpol tras diez días de asedio.
El representante local del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Sasha Volkov, alertó que algunos residentes “han empezado a pelearse por la comida” y que muchos se quedaron sin agua potable.
“Mercenarios” sirios
Además, el aeródromo militar de Lutsk, en el noroeste, también fue bombardeado y cuatro militares ucranianos murieron, informaron las autoridades locales. Moscú dijo que el aeropuerto quedó “fuera de servicio”.
El ejército ucraniano alertó en un informe que “el enemigo está intentando eliminar las defensas de las fuerzas ucranianas” en numerosas localidades al oeste y el norte de Kiev con el objetivo de “bloquear la capital”.
Esta fuente no excluyó “un movimiento del enemigo hacia el este en dirección a Brovary”, a las puertas de Kiev.
El alcalde de la capital, el célebre exboxeador Vitali Klichkó, dijo que la mitad de la población se había marchado y que la ciudad, antes con casi 3 millones de habitantes, “se había transformado en una fortaleza”.
“Cada calle, cada edificio, cada punto de control se ha fortificado”, aseguró.
Desde el inicio de la ofensiva, el 24 de febrero, las fuerzas invasoras han rodeado al menos cuatro grandes ciudades ucranianas y han enviado vehículos armados al flanco noreste de Kiev, donde suburbios como Irpin o Busha llevan días bajo las bombas.
Los soldados ucranianos describieron intensos combates para controlar la principal autopista que lleva a la capital.
El Ministerio británico de Defensa indicó que esta estrategia de rodear ciudades “reducirá el número de fuerzas disponibles para avanzar y ralentizará el progreso ruso”.
Este viernes, el Kremlin apuntó que ciudadanos de Siria y de otros puntos de Oriente Medio podrían ser autorizados a combatir junto a las fuerzas rusas en Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de contratar “asesinos de Siria, un país donde todo ha sido destruido por los ocupantes, algo por lo que nos están haciendo pasar a nosotros”.
Con información de AFP
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