Las autoridades de la provincia ucraniana de Járkov denunciaron este domingo el impacto de proyectiles lanzados por las fuerzas rusas sobre el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología de Járkov, donde hay un reactor nuclear experimental.
“El 6 de marzo el Ejército ruso disparó con una lanzadera de cohetes sobre el Instituto de Física y Tecnología de Járkov, donde hay una instalación de investigación nuclear”, informó la filial de los servicios secretos ucranianos (SBU) en Járkov. En el lugar hay 37 pilas de combustible nuclear, por lo que se podría provocar “una catástrofe ecológica a gran escala”, alerta el SBU, por lo que se abrió una investigación penal por un delito de ecocidio conforme al artículo 441 del Código Penal ucraniano.
El SBU subrayó que continúa recopilando información para su posterior presentación en La Haya, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Tribunal Penal Internacional (TPI).
Rusia se apoderó de la planta nuclear más grande de Europa
Las Fuerzas Armadas de Rusia, por orden del presidente de ese país, Vladimir Putin, buscan sitiar y dominar algunos de los puntos más estratégicos del Gobierno ucraniano, como lo son las plantas de energía nuclear. Este objetivo fue evidente, luego de que un bombardeo ruso provocara un incendio en la noche del jueves 3 de marzo y comienzos del viernes en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, a orillas del río Dniéper, aunque por el momento “no se han registrado cambios en los niveles de radiación”, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Tras el ataque se generó un gran incendio que se mantuvo activo durante varias horas; luego de controlar las llamas, las tropas de Rusia tomaron la central y el personal garantizó “su correcto funcionamiento” con los niveles de radiación “estables”. Cabe mencionar que el incendio ocurrió en una oficina administrativa.
La planta nuclear de Zaporiyia es la más grande de toda Europa y alberga seis de los 15 reactores que suministran energía a toda Ucrania. En esta nación hay cuatro centrales nucleares activas, que suplen cerca de la mitad de la electricidad que consume el país, y varios depósitos de residuos radiactivos, como el de Chernóbil, donde tuvo lugar la peor catástrofe nuclear de la historia, en 1986.
Los 15 reactores se reparten en cuatro centrales nucleares: Jmelnitski (2), Rivne (4), Ucrania Sur (3) y Zaporiyia (6), según los últimos datos del operador ucraniano Energoatom.
Es importante mencionar que Rusia, en su primer día de invasión a Ucrania, se apoderó de la central nuclear de Chernóbil, lo que hace que hasta el momento el Kremlin tenga en su poder dos centrales nucleares.
Según informó la OIEA (Organismo Internacional para la Energía Atómica) en un comunicado, de las seis unidades de la central atacada en Zaporiyia, la Unidad 1 estaba apagada por mantenimiento, las Unidades 2 y 3 han sido apagadas de manera controlada, la Unidad 4 está operando al 60 % de potencia y las Unidades 5 y 6 se mantienen “en reserva” en modo de baja potencia.
Sin embargo, el director general de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, indicó en la tarde de este viernes que aún no se ha podido tener acceso a toda la planta y que “la situación sigue siendo muy difícil” de supervisar.
Algunos expertos alertan del riesgo que implica la antigüedad de este tipo de reactores. Según la Asociación Nuclear Mundial, todos los reactores son del tipo VVER ruso, modelo que fue desarrollado por la antigua URSS en la década de los 80. Doce de ellos fueron diseñados para tener una vida útil de 30 años, es decir, hasta el año 2020. Sin embargo, la empresa estatal ucraniana Energoatom alargó su vida útil por 10 años más y se extendieron licencias para su actividad.
Con información de Europa Press.
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