Uruguay pidió disculpas a España por las expresiones de la vicepresidenta uruguaya en ejercicio, Graciela Bianchi, quien criticó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tras las elecciones legislativas del domingo, dijeron fuentes oficiales este miércoles 26 de julio.
El canciller uruguayo Francisco Bustillo se reunió esta mañana en Montevideo con el embajador de España, Santiago Jiménez Martín, para tratar el tema, que provocó que el Ministerio de Asuntos Exteriores de España pidiera explicaciones, indicaron las fuentes.
Agregaron que la vicepresidenta Beatriz Argimón, quien esta semana se encuentra en Madrid para participar en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), le aseguró al secretario de Estado español para Iberoamérica y el Caribe, Juan Fernández Trigo, que las afirmaciones de Bianchi “no representan institucionalmente” a Uruguay.
En ambos casos, el Gobierno uruguayo se disculpó por la situación, que llevó a Fernández Trigo a convocar a la embajadora uruguaya en España, Ana Teresa Ayala, señalaron las fuentes.
Bianchi, quien ejerce como vicepresidenta de Uruguay desde el 24 hasta el 30 de julio en ausencia de Argimón, se pronunció sobre el PSOE del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el domingo, cuando se difundieron los resultados preliminares de los comicios en España.
“Con el PSOE se tiene asegurado la financiación y los valores de las narcodictaduras cubana, venezolana, nicaragüense, iraní, el terrorismo de la ETA y el separatismo catalán que quiere terminar con España”, escribió Bianchi en Twitter, la red social que ahora se llama X.
“Un lujo de opción. Pero ganó el PP”, subrayó, en alusión al triunfo del Partido Popular (PP) del conservador Alberto Núñez Feijóo, quien, sin embargo, no obtuvo las mayorías necesarias para formar gobierno.
“El PSOE actual no es el de Felipe González; el sanchismo es el de la Guerra Civil en que predominaba el comunismo y el anarquismo; y si no hubiera implosionado se seguiría admirando el régimen soviético. Stalin fue el inspirador de ese PSOE. Con estudiar Historia se soluciona”, agregó Bianchi.
Este miércoles, la vicepresidenta en funciones recalcó en X que “las relaciones internacionales corresponden al presidente de la República y al canciller”.
En medio de la polémica, pero sin mencionarla, el canciller español José Manuel Albares dijo que había conversado con Bustillo “sobre las excelentes relaciones bilaterales entre España y Uruguay”. “Seguiremos trabajando por profundizarlas”, escribió en X.
Las elecciones del domingo pasado en España no dieron una mayoría clara, lo que sumió al país en la incertidumbre y en el riesgo de un nuevo bloqueo político que, de no resolverse en los próximos meses con un acuerdo de gobierno entre varios partidos, desembocaría en la repetición de los comicios.
El Partido Popular (PP) del conservador Alberto Núñez Feijóo llegó de primero, obteniendo 136 diputados de los 350 del Congreso, lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para gobernar, incluso con el apoyo de los 33 diputados de su único aliado potencial, la extrema derecha de Vox.
Feijóo reivindicó su derecho a gobernar en minoría y lanzó el lunes negociaciones con varios partidos, pero estas parecen destinadas al fracaso, toda vez que entrar a un gobierno en el que también esté Vox, un partido ultranacionalista que defiende una recentralización del país, es anatema para formaciones regionales.
Los nacionalistas vascos del PNV, por ejemplo, ya anunciaron la noche del lunes que no se sentarán a negociar.
Con menos diputados que el bloque de derecha y extrema derecha, el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez (122 diputados) y sus aliados de izquierda radical de Sumar (31), se hallan no obstante en mejor posición de mantenerse en el poder con el apoyo de partidos regionalistas vascos y catalanes, que ya los han sostenido en el pasado.
Su principal desafío es conseguir al menos una abstención de Junts per Catalunya (JxCat), el partido del líder independentista catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica tras la intentona secesionista de 2017, que ya avanzó que no regalará nada.
Sumar anunció el lunes que encargó a uno de sus antiguos dirigentes en Cataluña iniciar las negociaciones con Junts, cuyos siete diputados tendrán la llave para que la coalición de izquierda se mantenga en el poder.
Sánchez podría reunir en total 172 diputados, más que el líder conservador, por lo que, si JxCat se abstiene, podría lograr la investidura en segunda votación en el Congreso, donde se requiere solo más síes que noes.
Los dos bloques mantienen la vista puesta en el voto en el extranjero, cuyo escrutinio comenzará el viernes y tardará días, y que podría, según la prensa, inclinar un puñado de escaños en provincias donde pocos votos separan a los partidos de derecha e izquierda.
*Con información de la AFP.