Tras los recientes esfuerzos de los gobiernos a nivel mundial con la vacunación masiva contra el coronavirus, así como por llenar los faltantes ante la amenaza de la viruela del mono y, en ese camino, la promoción de la inoculación contra la gripe, un estudio reveló que el aplicarse anualmente este último biológico puede traer más beneficios de lo esperado.
Según el análisis publicado por la revista médica de la Academia Americana de Neurología, en su versión virtual Neurology, se explicó que además de tener una cobertura contra los efectos graves de la gripe, las personas que se vacunan contra esta enfermedad anualmente también pueden desarrollar un menor riesgo de sufrir un derrame cerebral.
“Los estudios han demostrado que contraer la gripe aumenta el riesgo de sufrir un ictus, pero todavía se está investigando si vacunarse contra la gripe puede ayudar a proteger... Este estudio observacional sugiere que quienes se vacunan contra la gripe tienen un menor riesgo de sufrir un ictus. Para determinar si esto se debe a un efecto protector de la propia vacuna o a otros factores, se necesita más investigación”, aseveró Francisco J. de Abajo, quien es uno de los autores de la investigación.
Para el estudio, los investigadores consultaron una base de datos de asistencia médica en España e identificaron a las personas que tenían al menos 40 años y habían sufrido un primer ictus en un período de 14 años. Cada persona que sufrió un ictus se comparó con cinco personas de la misma edad y sexo. Hubo 14.322 personas que sufrieron un ictus y 71.610 personas que no lo sufrieron.
Los investigadores analizaron si las personas habían recibido la vacuna contra la gripe al menos 14 días antes del ictus o antes de esa misma fecha en el caso de los que no habían sufrido un ictus.
El 41,4 % de los que tuvieron un ictus habían recibido la vacuna contra la gripe, frente al 40,5 % de los que no tuvieron un ictus. Sin embargo, las personas que se vacunaron tenían más probabilidades de ser mayores y de padecer otras afecciones, como hipertensión arterial y colesterol alto, que les harían más propensos a sufrir un ictus.
Una vez que los investigadores ajustaron esos factores, descubrieron que los que se vacunaron contra la gripe tenían un 12 % menos de probabilidades de sufrir un ictus que los que no lo hicieron.
Los investigadores también analizaron si la vacuna contra la neumonía tenía algún efecto sobre el riesgo de ictus y no encontraron ningún efecto protector.
“Estos resultados son una razón más para que las personas se vacunen anualmente contra la gripe, especialmente si tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus... Poder reducir el riesgo de ictus con una acción tan sencilla es muy convincente”, afirmó Francisco J. de Abajo, agregando que esta investigación mostraba la relación entre la vacunación y su reducción en la probabilidad de sufrir el derrame cerebral.
La OMS señala que una de las causas de un accidente cardiovascular isquémico se debe al interrumpido flujo de sangre, porque los vasos sanguíneos se hinchan y hay depósitos de grasa u otras partículas que se acomodan en ellos.
“Los AVC también pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o coágulos de sangre”, explica la Organización Mundial para la Salud, y agrega que “si el accidente es muy intenso puede ocasionar la muerte de forma inmediata... El 80 % de los AVC prematuros son prevenibles”, haciendo un llamado a la prevención.
*Con información de Europa Press.