Este jueves la farmacéutica Takeda y el Ministerio de Salud aseguraron que Japón dejará de usar 1,63 millones de dosis de la vacuna anticoronavirus de Moderna, tras informes de contaminación en varios lotes.
Takeda, a cargo de la venta y distribución de la vacuna de Moderna en Japón, dijo que “recibió informes de varios centros de vacunación de que sustancias ajenas fueron halladas dentro de viales cerrados en lotes específicos”.
“Tras consultas con el Ministerio de Salud, hemos decidido suspender el uso de la vacuna de esos lotes a partir del 26 de agosto”, agregó.
La firma señaló que informó a Moderna y que solicitó “una investigación urgente”. Moderna, por el momento, no ha respondido.
Takeda no precisó la naturaleza de la contaminación, pero indicó que no ha recibido informes de problemas de salud causados por las dosis que se vieron afectadas.
El Ministerio de Salud señaló que trabajará con Takeda para obtener dosis adicionales que eviten retrasos en el programa de vacunación en Japón, el cual se aceleró después de un inicio lento.
Cerca del 43 % de la población japonesa está plenamente vacunada, pero el país enfrenta un fuerte brote de contagios provocado por la contagiosa variante delta, y varias ciudades están bajo restricciones sanitarias.
Efectividad de la vacuna Moderna
Específicamente, el biológico desarrollado por la farmacéutica estadounidense Moderna utiliza el método denominado ARN mensajero, el cual se caracteriza por transportar las instrucciones genéticas del virus al organismo para que las células produzcan el antígeno o anticuerpo adecuado y así entrenar el sistema inmune para combatir el virus.
Esta vacuna requiere dos dosis de aplicación, vía intramuscular, con un intervalo de 28 días entre la primera y la segunda, y de ser necesario, según indicación de la farmacéutica, puede extenderse el plazo de aplicación de la segunda dosis hasta por 42 días.
Con respecto a su efectividad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) resaltó que, basándose en la evidencia de los ensayos clínicos, es cercana al 94,1 % en la protección contra la covid-19, que empieza a regir desde los 14 días de la aplicación de la primera dosis.
De acuerdo con los estudios recogidos hasta la fecha, Moderna funciona contra las variantes del virus y en especial contra las denominadas variante británica B.1.1.7 y sudafricana 501Y.V2.
Desde el 30 de abril, la OMS incluyó a Moderna en la lista de vacunas de uso de emergencia contra el virus de la covid-19, lo que significa que el biológico pasó por estrictas evaluaciones de calidad, seguridad y eficacia, indispensables para suministrar a la población a través del mecanismo Covax.
Así mismo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) evaluó de manera exhaustiva los datos de calidad, seguridad y eficacia de la vacuna Moderna y autorizó su uso en toda la Unión Europea.
Sin embargo, como casi todas las vacunas, esta también tiene efectos secundarios en los pacientes que la reciben, por lo que existen dudas entre los usuarios respecto a cuáles son.
Los efectos adversos que se observan con mayor frecuencia entre la población, según la última actualización del Ministerio de Sanidad de España, son los siguientes:
- Dolor en el lugar de inyección (92 %).
- Fatiga (70 %).
- Cefalea (64,7 %).
- Mialgias (61,5 %).
- Artralgias (46,4 %).
- Escalofríos (45,4 %).
- Náuseas y vómitos (23 %).
- Fiebre (15,5 %).
- Inflamación en el lugar de inyección (14,7 %).
Asimismo, se incluyó un nuevo efecto secundario que puede aparecer a los pocos días de recibir la vacuna. “Se han descrito reacciones cutáneas tardías cercanas al lugar de inyección que ocurren unos siete días después de recibir la vacuna de Moderna y que fueron descritas como placas rosáceas edematosas, pruriginosas y dolorosas”, añade Sanidad.
*Con información de la AFP.