Un nuevo estudio reveló que la vacuna rusa contra el coronavirus, Sputnik V, tiene un 97,6 % de efectividad contra la enfermedad, lo cual aumenta el entusiasmo de la comunidad científica en la lucha contra la pandemia.
Esta dosis sería una de las de mayor efectividad que se encuentra actualmente en el mercado y, además, es una de las más usadas en el planeta.
“El Centro de Investigación Nacional de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya del Ministerio de Sanidad ruso y el RDIF anuncian que la eficacia de la vacuna Sputnik V es de 97,6% tras analizar los datos de contagios por el coronavirus entre los rusos vacunados con ambos componentes del medicamento”, explicó en una nota de prensa la entidad.
Según reportó el Centro de Investigación Nacional de Epidemiología, se analizaron los datos de 3,8 millones de rusos que recibieron los dos componentes de la vacuna entre el 5 de diciembre de 2020 y marzo de este año.
“A partir del día 35 desde la fecha de la primera inoculación la morbilidad se situó en el 0,027 %”, se comunicó.
Además, otro punto importante es que la semana pasada se publicó un estudio en el que se reveló que este fármaco no genera casos de trombos, lo cual también tranquiliza a la población, en un momento en el que algunas personas tienen dudas de inmunizarse, debido a las noticias relacionadas con trombosis en algunos pacientes inoculados.
“La calidad y seguridad de Sputnik-V están, entre otras cosas, aseguradas por el hecho de que, a diferencia de otras vacunas, utiliza una tecnología de purificación de 4 etapas que incluye dos etapas de cromatografía y dos etapas de filtración de flujo tangencial”, explica el texto en el sitio oficial del Instituto.
“Esta tecnología de purificación ayuda a obtener un producto altamente purificado que pasa por un control obligatorio que incluye el análisis de la presencia de ADN libre”, detalló el informe.
La vacuna fue desarrollada por el Instituto Gamaleya de Investigación en Epidemiología y Microbiología, que se fundó de modo privado en 1891 y fue nacionalizado en 1919.
La fecha de fundación (es uno de los centros de investigación más antiguos de Rusia) muestra la gran tradición de la epidemiología y la microbiología rusas, según un artículo publicado en The Conversation, por Matilde Cañelles y María Mercedes Jiménez.
Las autoras destacaron que, actualmente, se trata de la institución más importante del país en el ámbito de la epidemiología y cuenta con una sede en Moscú y nueve centros asociados. De este depende el Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Primera Universidad Médica Estatal de Moscú, la más antigua e importante escuela de medicina del país.
El Instituto Gamaleya ha producido ya varias vacunas. Destacan una contra el ébola y otra contra el MERS, pero que no se llegaron a publicar en prensa internacional. La razón fue que las dos epidemias acabaron bruscamente. Pero los científicos rusos acumularon importante experiencia que ahora les ha resultado muy útil, destacaron las autoras.
Sputnik en Europa
Desde que se conocieron los resultados positivos de la vacuna en el mundo, Europa ha reiterado que el medicamento es “una buena noticia para la humanidad”, debido a lo que suma esta dosis en la lucha que tiene el mundo en este momento contra la pandemia.
Aunque la gran mayoría de países del continente no está usando la Sputnik para vacunar a su población, varias naciones, como España, Italia, Francia o Alemania, se han interesado por producir el medicamento en sus territorios.
“Actualmente, hay otras conversaciones en curso para aumentar la producción en la Unión Europea (UE). Esto permitirá empezar a abastecer el mercado único europeo con Sputnik V tan pronto lo apruebe la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)”, dijo en un comunicado de prensa a mediados de marzo el jefe del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Kirill Dmitriev.