Este martes, las autoridades de Honduras confirmaron que 1.624 presos fueron excarcelados como parte de una medida para evitar la propagación de covid-19 en las prisiones. Entre tanto, el número de contagios en ese país asciende a 9.656 mientras que 330 personas han fallecido. Melvin Duarte, portavoz de la Corte Suprema de Justicia hondureña, explicó a la prensa de ese país que 782 reclusos fueron preliberados, 330 lograron libertad condicional, 331 salieron de la cárcel con pena conmutada, mientras 126 abandonaron esos centros tras cumplir sus penas y cerca de 50 menores salieron tras revisión de medidas.

Duarte explicó que la liberación de presos se logró a través de un “trabajo conjunto” entre juzgados y jueces de ejecución, el Instituto Penitenciario y defensores públicos, que analizan “cada expediente y revisan si es posible la aplicación” de figuras judiciales para conceder libertad condicional, conmutada o por enfermedad. El sistema penitenciario de Honduras presenta graves problemas de hacinamiento y congestión, pues alberga en sus cárceles a 22.000 personas, pese a tener una capacidad máxima de 8.000, con menos de la mitad de los presos condenados. Según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, ese país centroamericano acumula desde el 11 de marzo, fecha en que comenzó su crisis sanitaria, 9.656 casos de covid-19, de los cuales 1.075 corresponden a pacientes que han logrado recuperarse de la enfermedad y 330 fallecidos.

Uno de los casos confirmados más recientes fue el del presidente Juan Orlando Hernández, quien confirmó el martes a través de un mensaje televisado que dio positivo por coronavirus, al igual que su esposa, Ana García. Ambos serán trasladados a un hospital por recomendación médica. Hernández se dirigió a la nación para confirmar una noticia que algunos medios hondureños habían anunciado horas antes. En su discurso, el mandatario explicó que presentó síntomas "leves" y que ya comenzó el tratamiento. Con información de Europa Press.