Como ha ocurrido con las demás variantes del coronavirus, la cepa ómicron también ha viajado rápidamente por el mundo y ya empiezan a detectarse algunos casos en diferentes países. En esta oportunidad, las autoridades brasileñas confirmaron dos pacientes positivos con la nueva cepa, lo cual significa los primeros casos en América Latina.
Las personas identificadas con el virus son un hombre de 41 años y una mujer de 37 años, quienes llegaron desde Sudáfrica a Sao Paulo, Brasil, el pasado 23 de noviembre, según confirmó el martes la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa).
Aunque los ciudadanos llegaron con su prueba negativa de PCR, unos días antes de regresar al país africano fueron reexaminados en el laboratorio del aeropuerto de Guarulhos, en el que detectaron la nueva variante, después de realizar una secuenciación genética del virus en el laboratorio del Hospital Albert Einstein.
Sin embargo, la autoridad confirmó que las muestras serán enviadas al Instituto Adolfo Lutz, el laboratorio Nacional de Salud Pública, para confirmar que se trata de casos positivos con la nueva variante sudafricana.
Los servicios médicos de la ciudad afirmaron que ambos pacientes se encuentran en buen estado de salud y que solo presentaron síntomas leves de la enfermedad, aunque se encuentran en aislamiento y se hace seguimiento a las personas con las que pudieron tener contacto en su estancia en Brasil.
De igual manera, autoridades también anunciaron que se estudia un posible tercer caso positivo de la cepa, en este caso, de un viajero que llegó a Brasil desde Etiopía. Aunque el hombre no presenta síntomas, está bajo observación y estudio.
¿Por qué la variante ómicron es “horrible”?
El viernes de la semana pasada sucedió lo que todos temían. Un nuevo foco de preocupación en medio de la pandemia apareció. Se trata de la variante B.1.1.529, bautizada como ómicron, reportada en Sudáfrica. “Nos sorprendió, tiene un gran salto en la evolución, muchas más mutaciones de las que esperábamos”, dijo el profesor Tulio de Oliveira, director de KwaZulu-Natal Research and Innovation Sequencing Platform.
El anuncio surgió tras una reunión entre expertos y miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para discutir qué hacer ante esa nueva amenaza. La noticia generó una reacción en cadena: hizo temblar los mercados de las bolsas y en Colombia subió el precio del dólar por arriba de $ 4.000. Muchos países tomaron la decisión de restringir vuelos desde y hacia Sudáfrica, pese a que la historia de la pandemia ha demostrado que ese bloqueo no ha logrado detener el virus.
Varios expertos dijeron que es pronto para saber a ciencia cierta si la nueva variante es más contagiosa o letal que delta, o si logra evadir la respuesta inmune de las vacunas; pero otros, con solo ver las mutaciones, afirmaron que ómicron luce “horrible”.
Según el experto en biología molecular Gustavo Gámez, la variante tiene una serie inusual de mutaciones: más de treinta solo en la proteína de la espícula (proteína S) y diez en el dominio de unión al receptor, que es el que interactúa con el ser humano para penetrar la célula e infectarla.
“Entre esos cambios, están los que ya hemos visto en otras variantes de preocupación, como alfa, beta y delta. Es decir, en ómicron están todas en un solo ente. Es como si cogiéramos a todas estas y las pusiéramos en un solo virus”, señaló el experto. Es el caso de la mutación P681H, que ya se había encontrado previamente en otras variantes. Esta hace que el virus exponga la proteína espiga y tenga mayor infectividad, aunque no necesariamente mayor letalidad.