Varios cohetes fueron disparados el viernes, 8 de diciembre, contra la embajada de Estados Unidos en la Zona Verde de Bagdad, sin causar daños ni heridos, informó la delegación diplomática.
La embajada está en ese barrio ultra-protegido que acoge instituciones gubernamentales iraquíes y las misiones diplomáticas.
Este ataque se suma a varios otros lanzados contra posiciones estadounidenses en Irak, desde que estalló la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, en la Franja de Gaza.
La embajada estadounidense indicó en un comunicado que “dos andanadas de cohetes” fueron disparadas hacia el edificio hacia las 04H15 hora local (01H15 GMT).
Un responsable militar estadounidense confirmó a la AFP que se activaron las alarmas y se oyeron “ruidos de probables impactos” en las inmediaciones de la embajada y de la base Union III, que acoge tropas de la coalición internacional antiyihadista liderada por Washington.
Esta fuente dijo que esperan “informaciones oficiales sobre la naturaleza del ataque”, que todavía no fue reivindicado.
La misión de la ONU en Irak condenó el ataque contra la representación estadounidense.
Desde el fin de la tregua entre Israel y Hamás el 1 de diciembre en Gaza, los grupos armados proiraníes retomaron sus ataques contra los soldados estadounidenses y las fuerzas de la coalición antiyihadista internacional en Irak y Siria.
Estas facciones justifican sus ataques por el respaldo de Estados Unidos a Israel en su guerra contra Hamás en Gaza.
La mayoría de estos ataques son reivindicados por la “Resistencia Islámica en Irak”, un cúmulo de grupos armados afiliados a Hashd al Shaabi, una coalición de antiguos paramilitares integrados en las fuerzas regulares.
El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, calificó el ataque de “inaceptable” y afirmó que estas acciones contra embajadas lastran la seguridad y la estabilidad del país.
“Nuestras fuerzas de seguridad (...) van a seguir protegiendo las embajadas”, prometió.
La guerra vuelve a arreciar en Gaza sin nueva tregua a la vista
Israel continuó su ofensiva en la Franja de Gaza con bombardeos que se reanudaron tras una semana de tregua con Hamás y enfrentó una andanada de cohetes lanzados desde ese territorio palestino.
El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que Israel proseguirá la guerra “hasta alcanzar todos sus objetivos”, que incluyen la liberación de los rehenes capturados por las milicias el 7 de octubre y la eliminación del movimiento islamista en el poder en Gaza desde 2007.
“Nuestros soldados se prepararon durante los días de tregua para una victoria total contra Hamás”, declaró Netanyahu en su primera conferencia de prensa desde la reanudación de los combates.
El ejército israelí informó que desde el fin de la tregua atacó “más de 400 objetivos” en Gaza, 50 de ellos en la región de Jan Yunes (sur), donde la morgue del principal hospital estaba colapsada, según informó un corresponsal de AFP.
El Ministerio de Salud del gobierno de Hamás afirmó que 240 personas murieron y 650 resultaron heridas desde el viernes 1 de diciembre. En Israel, la defensa pasiva, encargada de proteger a la población, informó de más de cuarenta alertas de cohetes el sábado en el centro y el sur del país, que no dejaron víctimas.
Previamente, Israel anunció que se había retirado de las negociaciones de Doha que permitieron alcanzar el alto el fuego del 24 de noviembre con mediación de Catar y respaldadas por Egipto y Estados Unidos.
“Debido al bloqueo de las negociaciones y por instrucción del primer ministro Benjamin Netanyahu, el jefe del Mosad (servicios secretos), David Barnea, ordenó a su equipo en Doha que regresara a Israel”, indicó la oficina de Netanyahu. Las dos partes se acusaron mutuamente de la reanudación de los combates.
Israel aseguró que Hamás, una organización considerada terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, intentó atacarlo con cohetes en plena tregua y que dejó de presentar listas de rehenes que estaba dispuesto a liberar.
Hamás, por su parte, aseguró que propuso “un canje de prisioneros y de ancianos” y la entrega de cuerpos de rehenes “que perdieron la vida en los bombardeos” israelíes en Gaza, pero que Israel, “que ya había tomado la decisión de reanudar la agresión, no respondió”.
*Con información de AFP.