El papa Francisco, hospitalizado desde el 14 de febrero por problemas respiratorios, puede pasar “breves momentos” sin suministro de oxígeno adicional, según indicó la oficina de prensa del Vaticano, precisando que su estado de salud se mantuvo este lunes sin cambios, desde que salió del pronóstico reservado hace dos semanas, luego de pasar momentos donde llegó a estar en estado crítico.
“El algunos momentos, probablemente breves, el papa puede prescindir de la ayuda del oxígeno, como cuando se desplaza”, indicó esta fuente, esto una día después de la difusión de la primera imagen del jesuita argentino de 88 años desde su hospitalización desde hace más de un mes por cuenta de los problemas respiratorios que lo han venido aquejando y que lo llevaron a su internación.
La foto lo muestra sentado en una silla de ruedas y un poco cabizbajo ante el altar de su capilla privada en el hospital Gemelli de Roma. El pontífice aparece solo y sin portar la cánula nasal de alto flujo, que suele utilizar durante el día para ayudarle a respirar cuando sus problemas respiratorios lo han aquejado durante su papado, el cual cumplió 12 años en el poder en el Vaticano.
El líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo fue ingresado hace 32 días por una bronquitis, que derivó en una neumonía bilateral. Desde entonces, no ha hecho ninguna aparición pública, aunque además de la foto recientemente liberada, también dio a conocer un mensaje de voz en español a sus seguidores, donde agradeció a sus seguidores por las oraciones pidiendo por su pronta recuperación.
El último parte médico, difundido el sábado por la noche por la Santa Sede, indicó que su estado de salud se mantenía “estable”, pero que necesitaba aún continuar con su tratamiento en el hospital pese a su “mejora gradual”, por lo que su salida de su internación médica sigue sin tener una fecha especificada.
Este lunes, el primer papa latinoamericano continuó con la fisioterapia respiratoria y motora, que combinó con momentos de reposo, oración y trabajo, según la oficina de prensa. “La situación se mantiene estacionaria”, agregó el Vaticano en la comunicación dada a conocer.
Tras su última crisis respiratoria, el 3 de marzo, los médicos le administran oxígeno con una mascarilla durante la noche, cuyo uso empezaron a reducir “progresivamente” a finales de la semana pasada para que sus pulmones estuvieran más activos.
El Vaticano explicó este lunes que también empezaron a reducir la intensidad del flujo de oxígeno administrado durante el día con una cánula nasal, señal de que el pontífice recupera gradualmente su capacidad pulmonar. El 10 de marzo su pronóstico dejó de ser reservado. Sin embargo, los médicos todavía no se pronunciaron sobre una salida y la Santa Sede apunta a una recuperación lenta del sumo pontífice.
Esta hospitalización es la más larga en sus 12 años de pontificado y genera preocupación sobre la continuidad del santo padre, que en los últimos tiempos rechazó renunciar como su predecesor Benedicto XVI en 2013.
*Con información de la AFP.