1. Causó sorpresa que Carlos no hiciera los dos recorridos entre la Abadía de Westminster y el Palacio de Buckingham en la Carroza de Oro del Estado, como lo dicta la tradición, sino solo el de partida del templo. Puede que la razón la haya revelado su madre, la fallecida reina Isabel, quien en una de las pocas entrevistas que dio, sobre su coronación, justamente, contó que desplazarse allí es “horrible”, pues el vehículo es muy incómodo por dentro.
2. Para llegar a la abadía, Carlos eligió la carroza Jubileo de Diamante, la más moderna de los establos reales, pues tiene aire acondicionado y puertas eléctricas. Además, va muy bien con la filosofía del rey de reusar para conservar. Sus paneles de madera interiores provienen de un barco que fue del rey Enrique VIII, en tanto que los pasamanos salieron del yate real Britannia.
3. La corona de San Eduardo, con que fue coronado Carlos, data de 1661, es de oro macizo y pesa 2,2 kilos.
4. La reina Camila llevaba bordados en su vestido, en hilos de oro, los nombres de sus hijos y nietos.
5. La cuchara con que fue ungido el rey es una de las pocas piezas originales de las joyas de la Corona que sobrevivieron cuando estas fueron fundidas en el siglo XVII. Data del siglo XIV.
6. Sophie Tollemache, madre de uno de los pajes de honor del rey, Ralph Tollemache, apareció en la taquillera cinta Los enredos de Wanda, en 1988, cuando tenía seis años.
7. Para salir de la abadía, el rey usó la Corona Imperial del Estado, que tiene 2.900 diamantes. Fue hecha en 1937 para la coronación de Jorge VI, abuelo de Carlos, inspirada en la que llevó Victoria I en 1838.
8. Meghan Markle no acompañó a Harry, pero estuvo presente de cierta manera: algunos de los artistas del coro góspel que cantaron en la ceremonia, actuaron en la boda de ella y el príncipe, en 2018.
9. Otro reciclaje que hizo el rey fue el de las Sillas del Estado, herencia de la coronación de su madre, hace 70 años.
10. Fue la primera coronación en mayo desde el siglo XVII.
11. El orbe, otra de las joyas de la Corona, estuvo a punto de ser robado en 1671. El ladrón lo dejó caer y aun tiene las marcas.
12. La aparición en el balcón de palacio tras la ceremonia es una costumbre más bien nueva en comparación con otras que datan de la Edad Media. Se inició en 1902, con Eduardo VII, tatarabuelo de Carlos.
13. La Silla de Coronación se ha usado en la ceremonia desde 1308.
14. Uno de los elementos más llamativos del vestuario del rey fueron sus zapatos. Son de la casa Gaziano & Girling y hechos con cuero de ternero.
15. Hubo varios reciclajes, pero lo que sí se estrenó fue el tapete azul por el que caminaban los reyes. Se hizo con fibras antifricción para evitar que sus trajes se adhirieran al piso.
16. Es tal la fama de guapo del mayor Jonathan Thompson, el caballerizo (mano derecha) del rey, que se oyó un murmullo de admiración por parte de las mujeres cuando lo vieron llegar. Pero, malas noticias: está casado.
17. Por primera vez, desde el siglo XVIII, no se mandó a hacer una corona nueva para la reina consorte. Camila usó la que llevó la reina Mary, bisabuela de Carlos, en 1911.
18. En la coronación de Jorge III, los invitados rompieron el protocolo comiendo emparedados y tomando vino. En la de Isabel II, los cortesanos y pajes se aliviaban del estrés tomando tragos de brandy.
19. Carlos no dejó que las cámaras mostrarán el momento de la unción, el más sagrado de la ceremonia, lo mismo que hizo su madre, cuya coronación fue la primera transmitida por televisión.
20. Carlos y Diana no fueron los únicos príncipes de Gales con un pésimo matrimonio. Jorge IV odiaba tanto a su esposa, Carolina de Brunswick, que no la dejó entrar a la abadía para ser coronada junto a él.