Los roces diplomáticos entre Venezuela y Estados Unidos siguen su curso y cada vez son más constantes. En esta ocasión, el ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, criticó el último informe sobre la trata de personas publicado el jueves 15 de junio por el Gobierno estadounidense, alegando que se ha utilizado para arremeter contra el Ejecutivo venezolano.

“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente el Informe anual sobre la Trata de Personas publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, donde una vez más se busca instrumentalizar un tema sensible con fines políticos para atacar al Gobierno Bolivariano sobre bases infundadas”, expresó Gil en un comunicado compartido en su cuenta de Twitter.

Gil censuró que “Estados Unidos pretenda erigirse como vigilante de las políticas implementadas por otros países” y ha defendido que “el Derecho Internacional es uno” y que, como tal, debería construirse “bajo los principios de la igualdad y el respeto entre naciones, no al capricho de un solo país, independientemente de su poderío militar o económico”.

Desde Venezuela han hecho un llamado al Gobierno de Estados Unidos a “enmarcar sus acciones dentro de la diplomacia” y a “respetar la soberanía y la autodeterminación de otras naciones”.

En este sentido, en la mencionada nota de prensa se ha calificado como “lamentable” que “la nación norteamericana obvie su responsabilidad y además pretenda descalificar la labor del Gobierno Bolivariano, que cabalmente con sus compromisos en esta materia”.

La mayoría de las víctimas de trata de personas son mujeres. | Foto: EÓN DARÍO PELÁEZ - SEMANA

Asimismo, acusó a Estados Unidos de emplear “medidas coercitivas, ilegales y unilaterales” con el fin de “causar el máximo daño a la población venezolana”. Unas medidas que, apunta el comunicado, “constituyen un incentivo para la migración de personas vulnerables al flagelo de la trata”.

El informe de 2023 pone de manifiesto “una serie de tendencias preocupantes”, como la extensión del trabajo forzoso, el aumento del tráfico laboral mediante estafas en línea y el incremento de los riesgos a los que se enfrentan los niños y hombres jóvenes, un segmento de víctimas que se multiplicó por cinco entre 2004 y 2020.

Entre los países señalados como más problemáticos por situarse por debajo de los “estándares mínimos” se encuentran: en África, Chad, Sudán del Sur, Eritrea, Yibuti, Guinea Bissau y Guinea Ecuatorial; en la región de Asia-Pacífico, Corea del Norte, China, Birmania, Camboya y Papúa Nueva Guinea; en el Sur y Centro de Asia, Afganistán y Turkmenistán; en Oriente Próximo, Argelia, Siria e Irán; en América, Venezuela, Nicaragua y Cuba; y en Europa, Rusia y Bielorrusia.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, fue el encargado de dar a conocer de manera oficial el informe. | Foto: Restringido

Blinken enfatizó en la necesidad de tomar medidas para atajar “un problema tan complejo y en constante evolución” como es la trata.

Algunas de las medidas enumeradas por el secretario de Estado pasan por “prohibir la importación de bienes hechos con trabajo forzoso, poner sanciones financieras a aquellos que a sabiendas se benefician de ese trabajo, integrar la equidad racial en nuestro trabajo contra la trata, fortalecer nuestros esfuerzos para contrarrestar la explotación y el abuso sexual de niños en línea”.

Citando al presidente Joe Biden, Blinken recordó que “se puede lograr mucho más trabajando en asociación que trabajando solos” y ha hecho un llamamiento a “los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado” para desarrollar entre todos “recursos para todas las poblaciones”.

Con información de Europa Press.