La situación política y económica de Venezuela fue uno de los temas centrales durante un encuentro del secretario de Estados de los Estados Unidos, Antony Blinken, y el papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano.
El líder de la diplomacia estadounidense, quien se reunió también con el número dos del Vaticano, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y con el arzobispo Paul Gallagher, quien maneja las relaciones exteriores de la Santa Sede, analizó con ellos la situación en Venezuela, así como en Siria, Líbano, Bielorrusia y Etiopía, informaron fuentes estadounidenses.
“Les reitero el apoyo de Estados Unidos al retorno a la democracia en Venezuela y nuestro deseo de ayudar al pueblo venezolano a reconstruir su país”, le aseguró a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
La iglesia católica juega un papel clave en Venezuela, donde la administración del demócrata Joe Biden ha adoptado un enfoque más discreto con respecto al del expresidente Donald Trump, quien impuso amplias sanciones y amenazó con deponer a la fuerza al presidente Nicolás Maduro.
Estados Unidos considera “urgente y necesario” un diálogo amplio en Venezuela con miras a celebrar elecciones libres y justas, aunque la administración Biden ha mantenido la postura de Trump de que Maduro es ilegítimo y sigue respaldando al líder opositor Juan Guaidó.
Blinken también discutió en el Vaticano temas de interés común, entre ellos la migración, el cambio climático y la campaña de vacunación mundial contra la covid-19, informó la misma fuente.
El jefe de la diplomacia estadounidense abordó igualmente el delicado tema de “los derechos humanos y la libertad religiosa” en China, el cual había generado tensiones inéditas con el expresidente Donald Trump.
Blinken comenzó su apretada jornada con una visita a la Capilla Sixtina, tras lo cual se reunió con el pontífice argentino en su estudio privado del palacio apostólico, con el que conversó por 40 minutos.
“La audiencia tuvo lugar en un ambiente cordial. Duró unos 40 minutos y fue una oportunidad para que el Papa recordara el viaje que realizó en 2015, y expresara su cariño y atención al pueblo de los Estados Unidos de América”, resumió a la prensa el portavoz del papa, Matteo Bruni.
Se trata de la segunda reunión con un representante del equipo de Biden, el segundo presidente católico de la historia de ese país, lo que deberá dar inicio a una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y el Vaticano tras los cuatro años de tensiones con Donald Trump.
El clima entre Estados Unidos y el Vaticano en realidad comenzó a aliviarse en mayo pasado con la larga reunión del Papa con el enviado especial estadounidense sobre el clima, John Kerry, con la que se reanudó la cooperación ante temas globales.
Blinken inició el domingo una visita de tres días a Italia y el Vaticano con una agenda muy cargada, que comenzó con un almuerzo con su homólogo italiano Luigi Di Maio en la Vila Madama de Roma.
Ante los representantes este lunes de la coalición de 83 países que luchan contra el grupo Estado Islámico (EI), Blinken instó a repatriar a sus ciudadanos detenidos en Siria por pertenecer al grupo yihadista.
“Es una situación insostenible, no puede seguir indefinidamente”, aseguró durante la reunión en Roma.
Unos 10.000 presuntos combatientes del grupo EI se encuentran en el norte de Siria tras haber sido detenidos por combatientes kurdos, aliados de los países occidentales, según las estimaciones de Estados Unidos.