Este domingo 21 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones en Venezuela en las que los ciudadanos podrán escoger gobernadores y alcaldes. Sin duda, se tratará de un proceso electoral que podría servir como punto de partida para el régimen de Nicolás Maduro, que busca el levantamiento de sanciones, así como de la oposición, que regresa a las urnas después de tres años de boicot.

En las últimas horas se presentó un curioso hecho en Venezuela. Se trata del lapsus mental que tuvo Jorge Rodríguez, figura del chavismo, en medio del cierre de campaña a favor de Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda.

Jorge Rodríguez, actual presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, dijo ante cientos de personas en Miranda: “Yo quizás no sepa tanto de psiquiatría, pero de elecciones sé. Anoten por ahí; es imposible que nos arrebaten la derrota”.

Luego de que uno de los líderes del régimen venezolano hablara de “derrota” del chavismo en las elecciones de este domingo, inmediatamente las reacciones de algunos cibernautas no se hicieron esperar.

“Declaramos tu derrota por siempre, amén (...). De psiquiatría no sabe mucho, pero de trampas sííí (...). Primera vez que dicen la verdad (...). Tienen toda la razón, no les arrebataran la derrota, ya la tienen (...). Jajajajaja, al psiquiatra lo traicionó el inconsciente, jajajaja (...). Nadie les va a quitar la derrota, eso téngalo por seguro (...). Dios mío, uno no sabe ni qué decir (...). Los resultados ya están, lo que faltan son las elecciones, por eso lo sabe todo”, comentaron algunos cibernautas.

¿Qué se juega Maduro?

Las sanciones. El principal objetivo de Maduro, le explicó a la AFP el analista Oswaldo Ramírez, director de la firma ORC, es que estas sean levantadas, “especialmente las que pesan sobre los temas petroleros”.

Blanco de sanciones encabezadas por Estados Unidos que el mandatario chavista sostiene que son la causa de los muchísimos problemas de Venezuela, el Gobierno tiene fondos bloqueados en el extranjero y quiere vender su petróleo sin restricciones, así como importar gasolina, escasa ante la destrucción de la industria.

Ha hecho ciertas concesiones: impulsó una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) con presencia de la oposición, aunque sigue dominada por el chavismo, e invitó a misiones de observación de la UE, el Centro Carter y la ONU.

Venezuela fue reticente por años a autorizar este tipo de misiones, invitando siempre a organizaciones amigas del chavismo.

“El régimen necesita esta misión”, dijo un alto representante de la oposición en referencia a los observadores de la UE, presentes pese a encontronazos de Maduro con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

¿Cómo llega la oposición?

Dividida y frágil. La llamada “presidencia interina” del líder opositor Juan Guaidó —reconocida por medio centenar de países— ha “perdido legitimidad” y quedó “obsoleta”, reconocieron fuentes opositoras bajo reserva.

Aunque no ha llamado a la abstención, Guaidó no va a votar, lo que refleja las divisiones opositoras en vísperas de un 2022 en el que podría intentarse contra Maduro un referendo revocatorio, figura que permite acabar un mandato en mitad de su vigencia. Una iniciativa similar fue bloqueada en 2016.

Las presidenciales corresponden en 2024.

Las regionales eran un ensayo perfecto para reavivar la movilización el próximo año. “2024 comienza el 1 de enero de 2022″, observó un dirigente.

Sin embargo, con dificultades para unificar candidaturas y partidarios desmotivados, la derrota es inminente.

“Si te mantienes en las peleas y en las facturas, ese es el cielo para Maduro y el resultado de la elección va a ser una consolidación de su poder”, estimó el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.

“Si la oposición es inteligente” y lo asume como “una razón para revalidarse (...), puede ser una excelente oportunidad de cambio hacia el futuro”, agregó.

*Con información de AFP.