El huracán Ian, que actualmente se encuentra en categoría tres, pasó por la isla de Cuba en la madrugada de este 27 de septiembre, dejando cientos de estructuras dañadas, así como afectaciones en la red eléctrica del país, inundaciones, entre otras situaciones que dejaron múltiples videos difundidos en redes sociales sobre el hecho.
Con un pequeño margen de anticipación, las autoridades cubanas lograron identificar planes de evacuación para los ciudadanos que estuvieran en zonas de mayor riesgo, así como agrupar recursos importantes como agua potable, alimentos no perecederos, puntos médicos, entre otros, lo que habría ayudado a evitar mayores riesgos entre la población.
Sin embargo, en los videos difundidos se logra ver como las ráfagas de viento y la tormenta dejó inundadas las calles, así como tumbó los árboles y los cables del alumbrado público.
Según los reportes, el huracán tocó tierra en la madrugada en la provincia de Pinar del Río, oeste de Cuba; el martes por la tarde estaba a 375 kilómetros de Sarasota, Florida, y avanzaba con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora a una velocidad de 17 kilómetros por hora.
Aunque salió de la isla, en varias provincias occidentales, La Habana incluida, se mantenían el viento y lluvias, con una banda periférica de 600 kilómetros.
En camino a San Juan y Martínez, a 190 km de La Habana, uno de los lugares más golpeados y zona de plantaciones de tabaco en Pinar del Río, hay cultivos anegados, árboles arrancados, muchos como si los hubieran cortado con hacha, y cables tirados por todos lados.
En la población Consolación del Sur, Caridad Fernández, un ama de casa de 65 años, contempla el desastre en el umbral de su hogar inundado, con colchones mojados. Las tejas francesas se fueron con el huracán.
“Todo lo tenemos dañado, pero lo que hay es fe en mantener la vida, y eso lo tenemos. De todo se sale, menos de la muerte”, dice la mujer con ojeras tras una larga noche.
En San Juan y Martínez, la zona que produce la mejor hoja de tabaco para los puros cubanos, “fue apocalíptico, un verdadero desastre”, dijo en Facebook Hirochi Robaina, de la Finca Robaina, una prestigiosa plantación de tabaco fundada en 1845, a unos 30 kilómetros del pueblo.
Techos y ventanas volaron, hay edificios derrumbados y escombros esparcidos por el suelo. Las fotos publicadas por Robaina dan cuenta de la violencia del huracán.
El presidente Miguel Díaz-Canel hizo un recorrido el martes por la zona más afectada en Pinar del Río. “Los daños son grandes”, dijo en su Twitter, asegurando que se está enviado ayuda. “Confiamos en los pinareños, pueblo noble, trabajador y con mucha experiencia en estas situaciones. Tengan la certeza de que nos vamos a recuperar”, indicó.
Unas 40.000 personas fueron evacuadas en Pinar del Río hasta la madrugada, informó la primera secretaria del gobernante Partido Comunista en la provincia, Yamilé Ramos.
La energía eléctrica se suspendió de manera preventiva, pero también por daños a la infraestructura en Pinar del Río, la vecina provincia de Artemisa y La Habana, de 2,1 millones de habitantes, según las autoridades locales.
Etecsa, la telefónica estatal, dio a conocer que hubo serios daños en torres y postes, y que el servicio de telefonía celular e internet se vio afectado en la capital, así como en Pinar del Río y Artemisa.
*Con información de la AFP.