En medio del luto que embarga a Reino Unido por la muerte de la reina Isabel II, y la realización de sus funerales, los cuales han convocado a miles de personas que por largas horas han hecho fila para, en medio de la cámara ardiente, presentar sus respetos al féretro de la monarca, medios locales han destacado la presencia de un ciudadano en particular: David Beckham.

Según recogen medios locales, el empresario y reconocido exfutbolista se unió a la extensa fila como cualquier ciudadano más y, muy elegante, aguardó la larga espera para el momento en que llegase su turno de inclinar su cabeza ante el féretro de la monarca, expuesto al público desde el pasado miércoles al interior de la sede del Parlamento, en Westminster Hall.

Además de su fama, Beckham brilló en la fila por su elegancia, pues llegó vestido para la ocasión, luciendo traje de corbata, abrigo, paraguas y una gorra que se retiró cuando fue el momento de ingresar al recinto para hincar por última vez su rodilla ante el cuerpo de la histórica monarca.

En medio de la extensa fila, en la que se presume que el exfutbolista duró varias horas, este entregó declaraciones a la prensa local, destacando que es ‘un día difícil’, refiriéndose a la despedida de la reina, pero advirtiendo que todos sabían que llegaría.

El también símbolo mundial británico, recordado por su paso por equipos como el Real Madrid, el Manchester United y la Selección inglesa (que con un gol suyo eliminó a Colombia en el mundial de 1998), señaló que el hacer la fila para despedir a la reina le evocaba muchos sentimientos, en tanto también se había dado tiempo para escuchar y compartir con otras personas que, como él, hacían la fila.

En su caso particular, el exfutbolista señaló que uno de los momentos más especiales de su vida precisamente tienen que ver con la reina Isabel II, recordando la ocasión en la que ella misma le otorgó el OBE (Orden del Imperio Británico), hecho que tuvo lugar en 2003, en una ceremonia especial en la que el el ‘spice boy’ recordó haber estado acompañado de personas tan especiales como sus abuelos, advirtiendo que estos eran grandes admiradores de la monarquía.

En sus declaraciones, recogidas por medios internacionales, el futbolista, quien lució visiblemente conmovido por la muerte de la reina Isabel ll, se reconoció afortunado de poder haber compartido con ella, la monarca más longeva del Reino Unido, y uno de los personajes mundiales más importantes del reciente siglo.

“Es un día triste, pero un día para recordar”, apuntó.

Según advirtieron, a través de las redes sociales personales, algunos periodistas de medios locales como la BBC, el futbolista reconoció haber permanecido en la fila cerca de 12 horas, situación que también fue reconocida por otras de las personas en la cola.

El futbolista admitió que pensó que, buscando hacer fila desde una hora no muy concurrida, lograría acceder rápidamente al sitio donde permanece la reina, pero se dio cuenta que igualmente la cola era tan extensa que le requeriría un buen tiempo poder acceder.

Cámaras de televisión también captaron el momento exacto en que David Beckham hizo su tránsito por frente del féretro, luciendo en su rostro la seriedad que le representa el despedirse de la reina, y el respeto que profesaba por ella, apreciándose visiblemente triste.

Tras varias horas de espera, Beckham ingresó al salón donde se realiza la cámara ardiente, agachó su cabeza frente al féretro cuando fue su turno, y nuevamente se dispuso a salir del lugar.

Según lo previsto en el protocolo del Puente de Londres, la cámara ardiente para despedir a la reina se extenderá hasta horas de la madrugada del próximo lunes, día en que su cuerpo será desplazado a la abadía de Westminster para la realización del correspondiente funeral de Estado, escenario en el que se espera que asistan algunos de los principales líderes mundiales, entre los que se destaca la confirmación de Joe Biden, Liz Truss, Emmanuel Macron, Justin Trudeau, Jair Bolsonaro, el rey Felipe VI de España, entre otros.

Por Colombia, el gobierno de Gustavo Petro estará representado por el canciller Álvaro Leyva Durán, y la primera dama, Verónica Alcocer.