Los movimientos que se dan en el espacio exterior suelen ser captados gracias a los avances tecnológicos. Desde el paso de una estrella fugaz, hasta los trayectos de una nave espacial, son momentos que tienen la posibilidad de ser vistos por el ser humano.

Aparte de los profesionales en astronomía, hay un buen grupo de personas de todo el mundo a quienes les llama la atención cada situación que se puede presentar fuera del planeta Tierra. Es por ello que, hace poco, Daichi Fujii, conservador del museo de la ciudad de Hiratsuka, en Japón, logró captar el momento exacto en el que un meteorito chocó con el satélite natural de nuestro planeta, es decir, la Luna.

De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos, mejor conocida como la Nasa, los meteoritos son rocas espaciales que orbitan por el espacio. A medida que estos elementos caen, adoptan mayores temperaturas o se calientan, indican.

El riesgo de que un meteorito impacte directamente sobre la Tierra y ello conduzca al exterminio de la humanidad es uno de los interrogantes que científicos alguna vez han puesto en discusión. | Foto: Getty Images / Adastra

En ese orden de ideas, las rocas espaciales colisionan porque se trunca su trayecto, mientras se van pulverizando. Los expertos explican que al momento del choque se generan corrientes de aire y, de este modo, se puede producir una explosión como tal.

Lo anterior fue lo que sucedió en la Luna, puesto que gracias a unas cámaras de Fujii, las cuales instaló en su propio hogar, para vigilar al satélite natural de la Tierra, quedó consignado el momento del choque y el video fue subido a redes sociales.

“Ningún satélite pasó sobre la superficie de la Luna en el momento de la observación, y la forma en que brilló sugiere que lo más probable es que se tratara de un destello de impacto lunar”, escribió el asiático en Twitter.

Aunque, a simple vista, se ve como un impacto mínimo, el fragmento mostró un destelló particular en una pequeña parte de la Luna. Daichi Fujii, quien es astrónomo de profesión, señaló que la roca espacial arribó cerca del cráter Ideler L y, con ello, se formó un nuevo cráter que, posiblemente, puede ser de más de 10 metros.

“Es probable que la cámara teleobjetivo LRO del Lunar Reconnaissance Orbiter de la Nasa pueda detectar las huellas de la caída”, según el conservador del museo de la ciudad japonesa Hiratsuka.

Por otro lado, es preciso mencionar que el satélite natural de la Tierra tiene una exosfera muy frágil, por lo que la Nasa precisa que esto hace que al momento en el que cae un meteorito se produzcan cráteres. Asimismo, un impacto en la Luna es posible ver desde nuestro planeta, cuando relativamente es inmenso.

Así las cosas, los expertos no descartaron que tras los videos compartidos por Fujii, los científicos puedan conocer, con mayor cantidad de veces, los choque en la superficie lunar, primordialmente para la preparación de astronautas cuya misión es en la Luna.

Ilustración de una vista de la Tierra desde la Luna. | Foto: Jeremy Horner

Ambicioso proyecto para vivir en la Luna

La Nasa tiene la ambición de lograr la vida afuera de la Tierra. Esta vez le apuntan a un interesante proyecto que tiene que ver con la superficie de la Luna.

En ese orden de ideas, el programa Artemis es una de las apuestas que busca acercar a la Luna y al planeta de una manera metafórica. No se trata de reducir la distancia entre ambos cuerpos, sino que compartan condiciones ambientales, tales como las materias primas y fuentes de alimentación. Es por eso que buscarán transportar oxígeno hacia allí, además de extraer regolito lunar y agua del hielo de la superficie rocosa.

Para cumplir con esta función se planea colocar una tubería que provenga del Polo Sur Lunar, a lo largo de una distancia de cinco kilómetros, hasta llegar a una serie de hábitats y sistemas de soporte vital para asegurar el suministro constante de oxígeno de alta pureza para el consumo humano, el cual también funcione como oxidante para vehículos de lanzamiento. Se espera que pueda ser demostrado a gran escala a partir de 2024.

Prototipo del programa Artemis. | Foto: Semana