La directriz de cero tolerancia a la covid-19 en China continúan generando polémica alrededor del mundo. Ahora, las restricciones se han tornado hacia los pescadores de una región costera del país asiático, luego de que les obligaran a hacer test de detección del virus a los peces que sacaban para la venta.
La polémica inició luego de la difusión de videos en los que se muestra cómo realizan las pruebas covid a los animales acuáticos, entre ellos cangrejos y peces. En las imágenes se logra ver cómo hombres con trajes de protección insertan hisopos a los pescados y crustáceos, todo esto con el objetivo de prevenir la expansión del virus en alimentos para el consumo masivo.
Esta normativa se estaría ejecutando en la provincia de Fujian, justamente en la ciudad costera de Xiamen, donde además, los pescadores también se deben tomar pruebas para revisar si se han contagiado del virus.
Según declaraciones obtenidas por medios locales, las autoridades de la provincia indicaron que algunos brotes de la covid-19 fueron propagados en regiones del país a través del consumo de animales marinos, por lo que estarían previniendo la misma suerte que territorios vecinos, e indicaron que a pesar de lo polémico, no eran los primeros en tomar las medidas extremas.
“No somos el único lugar que hace esto. Aprendimos la lección de Hainan, que está experimentando un brote grave. Se dice que puede ser provocado por transacciones de productos marinos entre pescadores locales y sus contrapartes en el extranjero”, fueron las palabras de un portavoz de la Oficina Municipal de Desarrollo Oceánico de Xiamen para el South China Morning Post.
Sí bien, en medio de a pandemia de la covid-19 se han tomado muchas medidas polémicas, y en algunas ocasiones insólitas e ineficientes, el tomar pruebas de detección del virus en animales ha sido una constante, incluso se han vacunado animales de zoológico en todas partes del mundo para preservar su integridad de salud.
Sin embargo, para muchos ciudadanos en China, y el resto del mundo no deja de ser extraño el ver cómo, obligatoriamente, los peces y crustáceos muertos son sometidos a pruebas PCR para contribuir con la normativa de cero tolerancia a la covid-19 en el país asiático.
Chinos enfrentan apagones y alzas en el precio del huevo
Más de cinco millones de personas en el suroeste de China sufren recurrentes cortes de energía debido a una ola de calor que disparó el consumo de electricidad y perturbó su suministro, forzándolo incluso a paralizar algunas fábricas.
Las temperaturas en la provincia de Sichuan se situaron por encima de los 40 °C en los últimos días, provocando un aumento de la demanda de energía para aires acondicionados. Al mismo tiempo, la región depende en gran medida de las presas para generar energía, pero la ola de calor secó los embalses y acentuó la escasez de electricidad.
Una compañía energética local indicó que Dazhou, una ciudad de 5,4 millones de personas en el noreste de la provincia, recibía un suministro intermitente este miércoles, según el diario digital The Paper, ubicado en Shanghái.
Debido a ello, los residentes sufrían cortes de electricidad de hasta tres horas que se extenderán si fuera necesario, añadió el periódico citando a Dazhou Electric Power Group. “La carga de las líneas es demasiado elevada” y afecta tanto a zonas urbanas como a los pueblos y aldeas de los alrededores de Dazhou, indicó The Paper.
Varias fábricas en Sichuan se vieron obligadas a paralizar su actividad después de que las autoridades ordenarán priorizar el suministro de energía a zonas residenciales. Entre las plantas afectadas figura una empresa conjunta de Toyota con una compañía local en la capital provincial, Chengdu, que detuvo su actividad el pasado lunes, indicó una portavoz a la agencia AFP.
*Con información de AFP