Agentes de la Policía Nacional de España, en una operación conjunta con la Dirección Antinarcóticos de Colombia y la Policía Judiciaria de Portugal, lograron desmantelar “el mayor laboratorio clandestino de procesamiento de pasta base de cocaína de Europa”, según lo ha informado la Policía española en un comunicado.
Las autoridades realizaron 14 registros, en donde se lograron intervenir 1.300 kilos de pasta base de cocaína, “tratándose de la mayor incautación hasta la fecha fuera de las zonas de producción”; también se logró intervenir 151 kilos de clorhidrato de cocaína y más de 23 mil litros de otras sustancias químicas.
El “macrolaboratorio” estaba instalado en la provincia de Pontevedra, en Galicia, España; fueron detenidos 18 personas en Galicia, País Vasco, Madrid y las Palmas de Gran Canaria, quienes se encargaban de transformar la pasta de base en el cloridrato listo para el consumo, adoptando medidas de seguridad, como el uso de apodos y disfraces para no ser descubiertos.
Según la Policía Nacional de España, estas células delictivas actuaban con el menor contacto entre ellas para no levantar sospechas y se ubicaban específicamente entre Las Palmas y la península (entre Madrid y Pontevedra), donde se contrataron varias empresas logísticas para transportar los productos “simulando tener una actividad legal”.
Respecto al reparto de funciones, la autoridad policial aseguró que los miembros de la organización delictiva repartían funciones, contando con la participación directa de colombianos, quienes cocinaban la pasta y dejaban listo el producto para ser recolectado.
Los mexicanos involucrados “aportaban los conocimientos técnicos para la correcta extracción de la coca base, que era transportada oculta en máquinas trituradoras de piedra de grandes dimensiones”, dice el comunicado, asegurando que también supervisaban que la base de coca que provenía de Colombia se procesara de la mejor manera.
El papel de los nacionales españoles era estratégico: se ocupaban del transporte de la sustancia que llegaba desde Colombia hasta su recepción en Pontevedra para el tratamiento en el laboratorio y la distribución del producto cuando ya estaba listo en todo el territorio nacional.
Las investigaciones para dar con el paradero de los responsables y desmantelar la red delincuencial iniciaron en el mes de octubre del 2022, donde las autoridades pudieron constatar las grandes cantidades de droga que llegaban al país y ubicaron rápidamente a la organización criminal en las Palmas de Gran Canaria.
Algunos de esos miembros ya habían sido investigados por la Policía, quienes pudieron darse cuenta de los altos lujos con los que vivían los delincuentes y los vínculos con colombianos que servían como suministradores de la sustancia.
“Los agentes consiguieron ubicar el punto exacto de lo que ha resultado ser el mayor laboratorio de procesamiento de clorhidrato de cocaína desmantelado en Europa hasta la fecha”, dice el comunicado, refiriéndose al chalet de grandes proporciones y rodeado de una gran parcela bajo fuertes medidas de seguridad.
“Los señores”, “el ingeniero” y “el notario” fueron algunos apodos que adquirieron los miembros de la organización para no ser descubiertos, algunos de ellos de origen colombiano quienes eran distribuidos en diferentes zonas, las 24 horas del día para que el rendimiento y la producción fuera mayor.
Las autoridades lograron incautar documentación, teléfonos, computadores y vehículos de alta gama así como también “bloquearon 17 propiedades -por un valor aproximado de 1.700.000 euros- y 37 productos financieros, a la espera de cuantificar el valor de los mismos”
“Esta operación ha permitido constatar una nueva tendencia en el tráfico de cocaína, en la que la sustancia estupefaciente es exportada sin haber sido sometida al proceso químico, que se lleva a cabo en laboratorios clandestinos instalados en el país de destino”, dice el comunicado emitido por la Policía de España.
Cabe resaltar que según las investigaciones el entramado pretendía importar desde Colombia una máquina de triturar piedra de grandes dimensiones a través del puerto portugués de Leixoes (Oporto), por este motivo” recurrieron a un empresario vasco que creó una empresa ad hoc con el objetivo de asegurar la entrada de la sustancia estupefaciente oculta en el interior de dos cilindros mecánicos que componían la trituradora de piedra”, asegura el informe.