Los hechos ocurrieron en Moscú, Rusia, específicamente en la estación de Skhodnenskaya, sobre las 7:00 p. m. del sábado 14 de noviembre.

Un hombre, identificado como Alikhan Azizov, falleció al tratar de evitar que un suicida intentara quitarse la vida saltando a las vías del metro.

En las imágenes, compartidas por el portal ruso Gazeta, se puede apreciar cómo Azizov se percata de que un hombre va a saltar al tren, por lo que decide tomarlo de la chaqueta, pero dada la velocidad con la que corría el suicida, ambos caen a las vías del tren un segundo antes de que este llegue y se detenga en la estación.

Azizov murió al instante por el choque con el vehículo. Sin embargo, el suicida, cuyo nombre aún se desconoce, milagrosamente sobrevive pero huye del lugar.

Según el departamento de transporte de Moscú, el suicida sobrevivió gracias a que el conductor pudo percatarse a tiempo de que los dos hombres caían a las vías del tren y tratar de frenar a tiempo, pero fue atendido porque tuvo un trauma psicológico debido a que presenció la muerte de una persona.

Luego de sobrevivir, el suicida huyó rápidamente de la estación del metro, pero fue encontrado horas más tarde muerto a un kilómetro de la estación.

El cuerpo del joven fue encontrado bajo escombros de vidrios. Al parecer, se habría lanzado de un piso doce, falleciendo al impacto con el suelo.

Niña de diez años se suicidó en EE. UU.

El bullying es una problemática que existe en la mayoría de los colegios en el mundo y que afecta a cientos de niños. De acuerdo con el Primer informe oficial en el mundo contra el bullying, desarrollado por la ONG internacional Bullying sin fronteras, 85 % de estos casos se presenta en las escuelas, mientras que 82 % de los menores que presentan condiciones de discapacidad (física o cognitivas) se ve afectado por esta situación en sus lugares de estudio.

Ahora bien, aunque muchas personas consideren que el bullying solo es un término usado por los expertos para excusar “la debilidad” de algunos niños, lo cierto es que es un problema que incluso puede acabar con la vida de los menores acosados.

Ejemplo de esto es el caso de Isabella Faith Tichenor, una niña de tan solo diez años que decidió quitarse la vida hace algunos días.

Izzy, como le decían cariñosamente, sufría de acoso por sus compañeros en la escuela primaria Foxboro, en Utah, Estados Unidos, con comentarios racistas y discriminatorios en rechazo a su autismo.

“Te amo”, fueron las palabras que le dijo la niña a su mamá, Brittany Tichenor-Cox, instantes previos a ahorcarse.

“Ella le había dicho a su mamá que la amaba y que amaba a Dios y esa fue la última vez que hablaron. Luego la encontraron ahorcada”, dijo Gregory Tichenor, abuelo de la niña, en conversación con The Sun.

Aunque el final de Izzy causó el dolor que solo se puede sentir tras el suicidio de un hijo, lo cierto es que esta situación era previsible teniendo en cuenta la realidad de la niña y el matoneo sufrido en su escuela.

Sin embargo, ninguno de los dos escenarios es excusa para que una niña decida quitarse la vida, especialmente cuando los adultos a cargo de ella (sus padres) ya habían denunciado las quejas correspondientes ante las autoridades educativas.

“Mi hija fue con la maestra y ella fue con el director y no se hizo nada. Esto ha estado sucediendo durante meses y no se hizo nada. Isabella fue intimidada tanto verbal como físicamente”, añadió el abuelo.

Por su parte, Tyler Ayres, abogado que tomó el caso de esta familia, le aseguró a CNN que “Izzy era una niña feliz, le iba bien en la escuela (…). Todo lo que quería era estar conectada con familiares y amigos”.

Además, comentó que los padres de la menor se dieron cuenta de la situación de acoso que sufría en la escuela cuando en septiembre le descubrieron cargando un ambientador en su mochila asegurando que “los niños decían que apestaba”.