Un gran susto se llevaron varias personas que se encontraban a bordo de un barco de pesca cuando un tiburón de 2,1 metros saltó del agua y cayó en la cubierta de la embarcación.
El hecho sucedió en el estado de Maine, Estados Unidos, a finales de agosto, y se viralizó esta semana gracias un video difundido por las redes sociales.
En las imágenes se observa que el animal mordió un anzuelo y empezó a saltar en el agua mientras las personas en la embarcación empujaban la caña. Posteriormente, el tiburón giró en espiral y cayó sobre la cubierta, derribando a una persona y obligando a que otras corrieran hacia la parte superior del barco.
Sea Ventures, la compañía dueña de la embarcación, calificó lo sucedido como una “experiencia única en la vida” y señaló que nadie resultó herido. Adicionalmente, manifestó que pudieron medir al tiburón y luego liberarlo.
¿Por qué están aumentando los ataques de tiburones en la Florida?
En pleno verano, los ciudadanos estadounidenses acuden masivamente a la playa en el estado de Florida. El plan familiar y de amigos es de los preferidos en esta época, cuando las temperaturas alcanzan hasta los 40 grados centígrados y un chapuzón en el mar está entre las cosas por hacer.
Pero hay un tema que tiene asustados a los habitantes y visitantes de este estado: el constante ataque de tiburones a personas que se encuentran disfrutando del mar. Según cifras reportadas en 2021 por el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones del Museo de Historia Natural de Florida (Isaf), se reportaron 47 casos confirmados de ataques de tiburón no provocados en las costas de Estados Unidos, lo que deja ver un crecimiento exponencial del 42 %. En 2020 hubo 33.
Sin embargo, un experto da una razón lógica y obvia sobre este fenómeno. “Si los humanos eligen nadar donde se alimentan los tiburones, aumenta la probabilidad de ser mordido”, aclaró el experto Gavin Naylor, director del Programa de Investigación de Tiburones de la Universidad de Florida en Gainesville, en declaraciones recogidas por el diario Clarín.
Además, argumentó que los tiburones no atacan a los humanos por estar en el “menú” de su dieta, sino que se debe a que estos ocurren en aguas con poca visibilidad y profundidad. “Sabemos esto porque más del 60 % de las mordeduras de tiburón a personas ocurre en aguas con poca visibilidad, donde el animal no puede ver con claridad”, se lee en el mismo diario.
A pesar de que las razones son obvias, es claro que los ataques se han incrementado, razón por la cual se les han enviado alertas a los bañistas acerca de estar atentos a cualquier avistamiento de este animal cerca de las playas.
Uno de los más recientes ataques fue el del Jameson Reeder Jr., a quien le debieron amputar una pierna luego de que fuera mordido por un tiburón toro de aproximadamente 2,4 metros, en momentos en que el pequeño se encontraba con unos familiares en Los Cayos, Florida. De acuerdo con los familiares del niño, que está por cumplir 11 años, todo ocurrió cuando este buceaba en la zona de Looe Key.
Gravemente herido, el niño fue trasladado hasta un hospital donde los médicos debieron amputarle una pierna, exactamente de la rodilla hacia abajo, para poder ponerlo a salvo. De acuerdo con medios estadounidenses, el mes pasado otra menor, llamada Addison Bethea, perdió una pierna tras ser mordida por otro tiburón en aguas de La Florida.