Aunque el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió a Marruecos fue registrado el pasado viernes, 8 de septiembre, la pesadilla para los habitantes de ese país no se detiene. Este lunes, las autoridades reportaron más de 2.8000 muertos y 2.563 heridos, además de un sinnúmero de desaparecidos.

Conforme pasan los días, aumentan las imágenes que evidencian la catástrofe, pero también la manera en que el movimiento telúrico interrumpió hasta lo más sagrado de los eventos. En redes sociales está circulando un video, al que hizo eco la prensa internacional, en el que se ve cómo el sismo interrumpió una boda en la ciudad de Marrakech.

Los rescatistas llevan a cabo una operación tras un potente terremoto, en Amizmiz, Marruecos. | Foto: Reuters / Abdelhak Balhaki

La grabación deja ver a un sujeto cantando, para ambientar la boda y entretener a los invitados, justo en el momento en que comienza a temblar. El artista deja el micrófono a un lado instantes después de que la agrupación musical se levanta de donde está sentada, los allegados a la pareja que se casaba comienzan a gritar y salen corriendo.

Entretanto, quien grababa un momento que se supone debía ser memorable, guarda el celular para huir, aunque luego compartió el registro de la tragedia y por ello hoy el video le está dando la vuelta al mundo.

Así avanzan las labores de búsqueda

Los equipos de rescate marroquíes, apoyados por refuerzos extranjeros, continúan el lunes sus esfuerzos para encontrar supervivientes y asistir a los cientos de personas cuyas casas quedaron arrasadas por el sismo que dejó cerca de 2.900 muertos.

Según el último balance, entregado el lunes por la noche por el ministerio del Interior, causó al menos 2.862 muertos y 2.562 heridos. Marruecos anunció el domingo por la noche que había aceptado las propuestas de España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos de “enviar equipos de búsqueda y rescate”.

Rescatistas trabajan en zonas destruidas tras el sismo de 6.8 de magnitud que ha matado a más de 2,800 personas. | Foto: AFP or licensors

En Talat Nyaqoub, fueron desplegados 12 ambulancias, varias decenas de 4x4 del ejército y la gendarmería. Un centenar de socorristas marroquíes recibieron órdenes antes de comenzar las operaciones de búsqueda. No muy lejos, un equipo de 30 bomberos españoles, un médico, una enfermera y dos técnicos se coordinaban con las autoridades marroquíes para iniciar las labores.

Numerosos países como Francia, Estados Unidos o Israel se pusieron a disposición del reino norafricano.

La esperanza no se pierde

“La gran dificultad está en las zonas alejadas y difíciles de acceso, como aquí, pero los heridos son trasladados en helicóptero”, declaró la responsable del equipo de bomberos español, Annika Coll.

“Es difícil decir si las probabilidades de encontrar supervivientes disminuyen porque, por ejemplo en Turquía (donde se produjo un violento sismo en febrero) conseguimos hallar una mujer viva tras seis días y medio. Siempre hay esperanza. También es importante encontrar los cuerpos sin vida porque las familias tienen que saberlo y hacer el duelo”, añadió.

A unos 70 km más al norte, otro equipo de 48 agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) estableció un campamento en la entrada de la pequeña localidad de Amizmiz desde el domingo por la noche.

Residentes huyen de sus hogares luego de un sismo en la aldea Moulay Brahim, cerca del epicentro del terremoto, en las afueras de Marrakech, Marruecos, el sábado 9 de septiembre de 2023. (AP Foto/Mosa'ab Elshamy) | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved.

“Esperamos una reunión con la protección civil marroquí para determinar exactamente dónde podemos desplegarnos”, señaló Albert Vásquez, de la UME. El equipo va acompañado de cuatro perros y lleva microcámaras para introducirse en las pequeñas cavidades entre los escombros. También lleva aparatos para detectar presencia humana.

“Mi madre ha muerto, su casa quedó destruida. Mi vivienda en Amizmiz no es segura y tengo que dormir en la calle en tiendas de campaña con mis dos hijos, de 6 años y solo cuatro meses”, lamentó Hafid Ait Lahcen, de 32 años.

“Nadie de las autoridades propuso de realojarnos. Estamos completamente perdidos”, criticó este obrero de construcción.

Con información de AFP*