Un hombre que trabajaba para un exclusivo crucero fue despedido luego de que fuera encontrado en el baño de mujeres utilizando su celular para grabarlas. Una de sus víctimas se percató de la situación y no dudó en dar aviso a las autoridades a bordo.
La víctima, llamada Saja, publicó en sus redes sociales el video que grabó tras descubrir al hombre que segundos antes le estaba apuntando con la cámara de su móvil. El video ya cuenta con más de 10 millones de reproducciones en TikTok y ha generado miles de comentarios de rechazo ante el comportamiento del hombre.
“Este hombre estaba en el baño de mujeres ubicado en el club infantil”, escribió la misma mujer en la publicación viral.
La indignante situación se presentó en el crucero MSC Meraviglia. Saja señala que se encontraba utilizando uno de los baños comunes, cuando se percató de que la persona que se encontraba en el cubículo vecino le estaba apuntando con una cámara.
De inmediato la mujer sale del baño y solicita ayuda. En el video se puede ver cómo llega otro empleado de la embarcación a prestar el acompañamiento requerido.
“Hay alguien escondido debajo filmándome”, dice la asustada mujer. “¿Un hombre?”, preguntó el empleado de la embarcación. Luego ingresa una compañera de viaje de Saja, quien sube el tono y golpea la puerta con más fuerza, lo cual hizo que el hombre saliera.
“Tienes que llamar a seguridad, porque es un empleado”, le dicen a Saja tras la situación expuesta.
MSC Cruises aseguró a la opinión pública que debido a la gravedad de la situación, el hombre del que se desconoce su identidad fue despedido de su cargo.
“Nuestro equipo de seguridad cooperó plenamente con las autoridades en esta investigación (...) Tomamos medidas inmediatas para terminar el empleo del miembro de la tripulación involucrado y apoyar a los invitados afectados”, dijo el portavoz de la compañía al portal News.
Profesora acusada de abuso sexual es indemnizada con 5 millones de dólares
Luego de una polémica suscitada en Estados Unidos tras el señalamiento a una mujer identificada como Kimberly Winters, de 36 años, maestra de una escuela secundaria, quien fue arrestada en 2018 por abuso sexual, al mantener relaciones íntimas con uno de sus estudiantes, la historia ha dado un importante giro, y ahora debió ser indemnizada por la justicia estadounidense, al ser hallada inocente.
El hecho, según recogen medios locales, ocurrió en el estado de Virginia, donde los miembros de un jurado decidieron otorgarle una indemnización de cinco millones de dólares, luego de que ella interpuso una demanda civil contra un agente de Policía que fue el encargado de adelantar su arresto tras una redada matutina a su lugar de residencia, un hecho que puso en entredicho su inocencia y que la expuso de forma incorrecta ante su comunidad.
La mujer, cuya inocencia ahora fue reconocida por las autoridades, se desempeñaba en ese entonces como profesora de inglés en el condado de Loudoun, y fue sometida a una exposición incorrecta, luego de que, en medio de la redada a su casa, donde incluso ella aún se encontraba dormida, fue sacada de su residencia y arrestada a la vista de todos sus vecinos, siendo incluso expuesta al escarnio público al demorar los trámites del traslado.
Según recoge el New York Post, en ese momento, el caso de la profesora se refería a un supuesto escenario de abuso sexual en contra de uno de sus estudiantes quien, según la supuesta denuncia, era menor de edad para la fecha del presunto encuentro íntimo, situación que además tenía un agravante al ser los profesores unas personas encargadas de custodia o supervisión de sus estudiantes.
El caso del que era señalada la mujer fue desestimado al poco tiempo por las autoridades estatales, en tanto encontraron inconsistencias en la denuncia, y una serie de hechos confusos incluso para el mismo denunciante, quien no supo establecer fechas de lo ocurrido, situación que cambiaba la connotación del posible delito.
La denuncia había sido interpuesta por el joven y su madre después de obtener el grado de secundaria, momento en que las autoridades desestimaron la denuncia al advertir que para la fecha el joven ya tenía una edad que se considera legal para esa clase de encuentros; no obstante, frente a ello, el denunciante afirmó que la fecha realmente era otra, y que el encuentro se produjo cuando él tenía 17 años.