La llamada fuerza G es la medida que determina la aceleración producida por la gravedad terrestre en un objeto o individuo. Se podría decir, por ejemplo, que los astronautas, los pilotos de combate y los conductores de Fórmula Uno experimentan una fuerza o una aceleración de este estilo cuando realizan una maniobra particular.
El efecto de altas tasas de aceleración en los humanos puede ser muy significativo. La mayoría de los humanos comienzan a desmayarse cuando se los somete a una aceleración sostenida de unos pocos. Pero solo cuando la aceleración es sostenida, ese efecto es perceptible, y mucho menos significativo.
En un video que se ha vuelto viral en las redes sociales, se puede observar un experimento en el que ponen a prueba a 6 voluntarios a experimentar lo que es sentir la fuerza G en sus cuerpos mientras vuelan en un F-16.
Durante el video se ve el rostro de los participantes: uno a uno experimenta en el cielo la fuerza gravitacional experimentada por cualquier objeto sobre la superficie terrestre a nivel del mar.
Después llega el turno del piloto de 96 años, un hombre que habría participado en la Segunda Guerra Mundial. El hombre no tiene ninguna reacción, no se desmayó y estuvo con total tranquilidad después de experimentar la Fuerza G.
En casos de fuerzas muy fuertes, podría producirse el llamado black out, que es cuando la sangre se desplaza hacia la parte baja del cuerpo, provocando la pérdida de visión apenas unos segundos.
Los pilotos y astronautas también usan trajes especiales, llamados trajes G, para evitar que la sangre se acumule en la parte inferior del cuerpo y ayudarlos a permanecer conscientes. Estos trajes comprimen las piernas llenándolas de aire o agua, una vez que se alcanza una cierta magnitud de fuerza G.
Básicamente, la fuerza G es una forma de comparar la aceleración intensa (en el espacio, el aire o la tierra) con la aceleración normal y cotidiana.
Durante el ascenso de un transbordador espacial, los astronautas experimentan una aceleración de hasta 3 g, tres veces la aceleración a la que estamos acostumbrados en la Tierra. Los pilotos acrobáticos y los pilotos de combate pueden experimentar de 9 a 10 g cuando aceleran o hacen giros bruscos en sus aviones.
En el Ejército, tienen unas máquinas que giran sobre sí mismas a alta velocidad y que permiten a los pilotos simular los efectos de las fuerzas G. De hecho, estas máquinas son utilizadas también para entrenar a los astronautas.