Mientras varios ciudadanos quieren ver el ataúd de Isabel II y hacen filas por varias horas para ingresar a Westminster, hay otras personas que también deben estar de pie por bastante tiempo y son los guardias reales que cuidan el féretro de la fallecida reina.

Esto genera un gran desgaste físico, ya que están de pie y sin moverse por largo tiempo. Precisamente uno de ellos no pudo soportar y se desplomó, al parecer, por agotamiento.

Al guardia se le ve de un momento a otro tambalearse, hasta que no resiste más y se va de cara contra el piso, ante la mirada atónita de sus compañeros y de los visitantes. De manera inmediata lo ayudaron y le dieron primeros auxilios. El hecho quedó registrado en la transmisión vía streaming que hace la BBC durante 24 horas, la cual tuvo que salir del aire por unos minutos debido a lo ocurrido.

Largas filas para despedir a Isabel II

Los británicos iniciaron el miércoles 14 de septiembre su adiós a Isabel II, en una capilla ardiente que permanecerá abierta en Londres hasta su funeral el lunes 18 de septiembre. Algunos habían dormido hasta dos noches en la calle, pese al frío y la lluvia, como Anne Daley, de 65 años, segunda de una larga cola. “Renuncié a dos noches de comodidad por alguien que dio 70 años de compromiso infatigable al mundo, no es nada”, dijo a la prensa.

Tras la larga espera, pasaron apenas unos segundos frente al féretro de la reina, cubierto por el estandarte real y la corona imperial, en Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico. Desfilaron a ambos lados del alto catafalco púrpura, situado sobre un zócalo de cuatro peldaños y protegido por guardas en uniforme de gala, al que no podían acercarse. Algunos hacían una reverencia, otros lanzaban un beso.

“En el interior, todo era muy tranquilo y muy emotivo. Mucha gente lloraba, pero había un silencio total. Fue tan respetuoso...”, dijo Sue Harvey de 50 años que se tomó el día libre y viajó en tren desde el sur de Inglaterra, tras salir de la sala.

“Ahora me siento mejor”, aseguraba, mientras Nina Kaistoffioson, una artista de 40 años, que salía junto a ella y afirmaba “sentirse en paz” después de haberse despedido de la reina. “En este lugar, no puedes escapar de la magnitud de quien era”, afirmaba, reconociendo haberse “emocionado mucho”.

Durante cinco días, cientos de miles de personas, hasta 750.000 según la prensa, pasarán por una capilla ardiente abierta casi ininterrumpidamente hasta la madrugada del 19 de septiembre, día en que tendrá lugar el funeral de Estado en la abadía de Westminster y el entierro en la capilla Jorge VI del castillo de Windsor.

El Gobierno avisó que podrían tener que esperar 30 horas, en una fila de hasta 10 km que transcurre por el centro de la ciudad a lo largo del río Támesis. Debido a la cantidad de gente que pasará para ver a Isabel II es que los guardias reales deberán hacer un trabajo titánico durante estos días que podrían desgastarlos hasta el desmayo.

*Con información de AFP.