A nueve meses de la guerra siguen conociéndose episodios particulares de las secuelas que esta ha dejado a su paso. Las cifras de uniformados (tanto rusos como ucranianos) que han muerto varían, de acuerdo a cada país, así como también el número de quienes han resultado lesionados.
En medio de posiciones ofensivas (entre ambas partes) y acusaciones mutuas pasan los días sin que la comunidad internacional haya logrado mediar con éxito para una solución diplomática. Sin señales de ceder, y estando los civiles entre los directamente afectados, también han salido a la luz imágenes de la vivencia a la que algunos uniformados están expuestos.
Es lo que sucedió con un soldado ruso, quien terminó con un proyectil de mortero incrustado en su espalda, mismo que los médicos lograron extraerle aún sin aplicarle ningún tipo de anestesia. El temor de que el artefacto explotara le invadió todo su cuerpo, por lo que llegó a pedir al personal que no lo retirara, informó el diario Daily Mail.
Riesgo de que el proyectil detonara
A pesar del riesgo de que este pudiera explotar en cualquier momento, un grupo de médicos logró sacarlo con éxito. En medio del procedimiento, al soldado se le escuchó decir: “duele”, pero esa sensación terminaría siendo cambiada por el hecho de haber sobrevivido. Además, la intervención se llevó a cabo en un lugar improvisado.
“¿Podría mostrar el proyectil?”, dice quien estaba grabando ese momento y segundos después se observa en el video (compartido por Baza/East2west News) la dimensión del objeto extraído. ”Se sacó (...), se cosió el agujero y el paciente ahora se está recuperando”, reza parte de un informe que fue recogido por Daily Mail.
Este proceso concluyó sin contratiempos no mucho tiempo luego de que, este mismo mes, médicos ayudaran a Nikolay Pasenko (otro soldado ruso), quien fue impactado por una munición que se alojó debajo de su corazón. Según el diario británico en ese momento el equipo decidió ponerse chalecos antibalas ante el riesgo de que la mesa de operaciones terminara explotando.
¿Torturas con electrochoques?
Hace dos días las autoridades ucranianas aseguraron haber encontrado otras cuatro cámaras, supuestamente de tortura, en la región de Jersón. Esta zona estuvo durante meses bajo el control de las tropas rusas y, tras su retirada, ha sido blanco de pesquisas por las autoridades.
“Era fuerte. Se podía oír todo desde aquí, se oía como los golpeaban (...). No creía que hubiera llegado el momento en que nos torturamos el uno al otro”, dijeron residentes de esa ciudad en medio de una recopilación de Channel 4, afiliada de la cadena estadounidense CNN, sobre presuntos crímenes de guerra.
De acuerdo con testimonios de algunos lugareños, un edificio fue utilizado como sitio de torturas, pues allí encontraron sillas atornilladas al piso e indicios de que los detenidos habrían sido sometidos a electrochoques. Cuando un reportero le pregunta a un militar ucraniano cuál es la sensación que le genera encontrar ese tipo de elementos, este no duda en responder: “furia, furia, furia”.
En los hallazgos de la Fiscalía de Ucrania, se localizaron también balas y otros objetos con los que agresiones tanto físicas como psicológicas pudieron tener lugar, por fuerzas adscritas a Moscú. Ese organismo recopila pruebas en el marco de una investigación sobre delitos cometidos desde que comenzó la invasión a finales de febrero.
Hace algunos días, representantes de ese país ya habían dado cuenta de otra cámara en Jersón que se suma a la lista de acusaciones desde que se agudizó el conflicto. Investigadores de Naciones Unidas no descartan la posibilidad de que se hayan cometido torturas sistemáticas a los prisioneros de guerra.