Justo en la noche de Navidad, el pasado 24 de diciembre, decenas de migrantes llegaron en buses a Washington D.C., y fueron dejados frente a la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. Los buses con estas personas fueron enviados desde Texas por el gobernador Greg Abott.

“Otro autobús acaba de llegar a las afueras de la residencia @VP (vicepresidenta). Un hombre me dice que viajó dos días desde Texas y vino de Ecuador. Dijo que estaba feliz de estar aquí. El autobús incluye niños y mujeres: los trabajadores humanitarios en tierra lo trasladaron a otro autobús después de estar afuera brevemente a - 10 grados”, informó el periodista Noah Gray en su cuenta de Twitter.

Las imágenes compartidas permiten ver a decenas de personas al lado de un bus, todas ataviadas con cobijas y algunos con gorros, para enfrentar el frío que, en estas semanas, se ha vivido en Estados Unidos.

Otro video en redes compartido en Twitter permite ver a varios de los migrantes sacando sus pertenencias de los buses, muchos de ellos acompañados de niños pequeños.

“El segundo autobús de migrantes ha llegado aquí en DC cerca de la casa de la vicepresidenta Kamala Harris. Están abordando otro autobús que los lleva a una iglesia. Alguien que ayudó a llevarlos a la iglesia me acaba de decir que este autobús venía de Texas”, reportó en Twitter Christian Flores, también periodista.

De acuerdo con la Red de Ayuda Mutua de Solidaridad, la llegada habría incluido a migrantes en búsqueda de asilo desde Colombia, Ecuador, Cuba, Nicaragua, Perú y Venezuela.

Buses con migrantes, un gesto político

Desde el pasado mes de abril, casi semanalmente ha sido costumbre el envío de migrantes en buses, que parten desde estados dirigidos por un líder republicano y que en términos generales se opone a la inimigranción, hacia estados demócratas, más alejados de la frontera y en donde se supone, hay mayor apertura a la llegada de inmigrantes.

Es una especie de mensaje político que aprovecha la presencia de migrantes ilegales en el país. En este caso, el gesto del gobernador de Texas, Greg Abott, no fue oficialmente anunciado, como si sucedió en septiembre, cuando abiertamente el líder republicano anunció el envío de otros buses a la casa de Harris.

El reciente envío de migrantes a Washington D.C. fue duramtente criticado en las redes sociales. Desde la cuenta de líderes demócratas leading Democrats compartieron el mensaje “Si un miembro de su partido envió autobuses llenos de inmigrantes a la residencia de Kamala Harris con un clima de 18 grados (-10 grados centígrados), estás votando por el partido equivocado. Vota por líderes, no por traficantes de personas”.

El gobernador Abott permanentemente se manifiesta en contra de las políticas migratorias del gobierno de Joe Biden.

“Hace dos años teníamos la frontera más segura en décadas. Ahora, bajo las políticas desastrosas de Biden, tenemos un caos total en la frontera. Inaceptable. Texas continuará tomando medidas sin precedentes para asegurar nuestra frontera sur”, escribió en su cuenta de Twitter Abott, el pasado 21 de diciembre.

Esta medida reciente parece ser una respuesta al hecho, se levantará el Título 42, una medida implementada durante la presidencia de Donald Trump, que permite expulsar a los migrantes que lleguen al país por cuenta de la amenaza de salud pública que implica el Covid-19 y la pandemia.

El levantamiento de esta medida ha sido una decisión del Tribunal Supremo, pero se esperaba que se llevara a cabo el pasado 21 de diciembre, pero no ocurrió, debido a que 19 estados republicanos recurrieron al tribunal de forma urgente, ante la posible avalancha de inmigrantes que están esperando en las fronteras el momento en que deje de ser vigente.