Este viernes –7 de octubre–, un incendio en Isla de Pascua causó un perjuicio “irreparable” al dañar unos 80 moáis, como son llamadas las icónicas estatuas de piedra que se erigen por todo este territorio insular chileno en el océano Pacífico, según dijeron las autoridades locales.

La conflagración, que arrasó unas 100 hectáreas del Parque Nacional Rapa Nui y que ya fue extinguida, afectó al volcán Rano Raraku, alcanzando la cantera en la que la antigua civilización de indígenas Rapa Nui fabricaba sus moáis. En el lugar, hay unas 416 de estas esculturas en diversas fases de fabricación.

“Se logró extinguir (...) el incendio en la cantera del volcán Rano Raraku, causando, sin embargo, un daño irreparable al patrimonio cultural de la humanidad”, dijo este viernes el presidente Gabriel Boric, dando un balance sobre la situación.

Producto de la geografía, las maquinarias de los bomberos no pudieron acceder al lugar, que comenzó a arder el lunes pasado, explicó el alcalde de Isla de Pascua, Pedro Edmunds, en una rueda de prensa en Santiago de Chile, donde se encontraba por actividades oficiales.

Las llamas, el humo y el agua ocasionaron que cerca de un centenar de los moáis que alberga la cantera se vieran afectados por el incendio, agregó el alcalde Edmunds.

Uno de ellos resultó completamente calcinado y “su daño es irreparable”, dijo Edmunds. “Se va a quedar ahí, tal cual, hasta que avaluemos el daño y recurriremos a la humanidad a ver qué solución aplicar”.

Las autoridades manejan la hipótesis de que el incendio tuvo un origen intencional. “Esta quema fue producida por los productores ganaderos por los pastizales. Todo indica aquello”, afirmó el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.

Edmunds advirtió sobre la falta de guardaparques, debido a una reducción de presupuestos en medio de lo que calificó una situación de “abandono de la isla” por parte del Gobierno central, y atribuyó a ello el rápido avance de las llamas.

Ubicada unos 3.500 km al oeste del continente americano y en medio del océano Pacífico, la Isla de Pascua está habitada por unas 8.000 personas.

El incendio sucedió dos meses después de que la isla se abriera de nuevo al turismo tras dos años y medio cerrada por la pandemia de coronavirus.

Antes de la pandemia, la Isla de Pascua, cuyo principal sustento es el turismo, recibía unos 160.000 visitantes al año, a través de dos vuelos diarios. Pero, con la llegada de la covid-19 a Chile, la actividad turística se suspendió por completo.

Justamente, en agosto de este año la Isla de Pascua levantó su prohibición de ingreso para el turismo, impuesta hace dos años para evitar contagios de coronavirus.

Un primer vuelo con turistas, en su mayoría con reservas hechas antes de la pandemia declarada a principios de 2020, arribó el jueves 4 de agosto al aeropuerto internacional Mataveri, en Hanga Roa, la capital isleña, informó la subsecretaria de Turismo, Verónica Kunze, a medios locales. “Tenemos que abrir la isla, pero tenemos que hacerlo de forma segura”, afirmó Kunze.

Según informaron las autoridades, la reapertura fue gradual, con solo dos vuelos a la semana y quienes los aborden deberán tener las vacunas anticovid al día y un examen de diagnóstico PCR (hisopado) negativo realizado con 24 horas de anticipación. La estadía para los turistas no podrá ser mayor a 30 días.

Kunze afirmó que con esta reapertura gradual se estima que volverán a operar entre el 10 y 15 % de los servicios turísticos acreditados en la isla, famosa por las gigantescas esculturas de piedra, llamadas moáis, que resguardan el lugar.

Recordó también que el hospital de la zona fue reforzado y se habilitó un albergue sanitario para aislar a los posibles contagiados. También un laboratorio para hacer exámenes de PCR. “Se ha preparado la isla por todos lados” para recibir a los turistas, agregó la subsecretaria.

*Con información de la AFP.