Una fotografía de alta velocidad poco común de un rayo, que muestra las conexiones con los pararrayos cercanos, fue capturada durante una tormenta eléctrica en São José dos Campos, Brasil, con una cámara de alta velocidad por el físico Marcelo Saba, quien es investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, y Diego Rhamon, estudiante de doctorado.
De acuerdo con los investigadores, quienes publicaron sus análisis en el Geophysical Research Letters, la imagen detalla un rayo cargado negativamente que se acercaba al suelo a 370 kilómetros por segundo. Específicamente, cuando el rayo se encontraba a unos 30 metros del suelo, “los pararrayos y los objetos altos situados en la parte superior de los edificios cercanos produjeron descargas positivas ascendentes, que competían por conectarse con el impacto descendente”, señaló Saba en un comunicado de la FAPESP.
Asimismo, el investigador Saba detalló que “la imagen final previa a la conexión se obtuvo 25 milésimas de segundo antes de que el rayo impactara en uno de los edificios”.
Cabe mencionar que los investigadores utilizaron una cámara que capta 40.000 fotogramas por segundo. Incluso, el equipo de alta velocidad permitió a los investigadores evaluar el impacto de este tipo de descargas, particularmente cuando no se siguen las medidas de protección adecuadas.
Así las cosas, los investigadores identificaron que un fallo en la instalación había dejado al descubierto la zona y el impacto de una descarga de 30.000 amperios provocó algunos daños.
“Un asombroso total de 31 canales precursores de rayos (llamados líderes) fueron lanzados desde edificios cercanos en un intento de interceptar los líderes negativos que descendían”, aseguraron los expertos.
Entretanto, el comunicado de prensa emitido por la FAPESP explicó también que aproximadamente solo el 20 % de los rayos entran en contacto con el suelo, y el resto quedan confinados en las nubes, pues casi todos los rayos que tocan el suelo son descargas nube-tierra.
“Los rayos pueden alcanzar una longitud de 100 km y transportar corrientes tan fuertes como 30.000 amperios, equivalentes a la corriente utilizada simultáneamente por 30.000 bombillas de 100 vatios. En algunos casos, la corriente puede alcanzar los 300.000 amperios. La temperatura de un rayo típico es de 30.000 °C, cinco veces la temperatura de la superficie del Sol”, explica Saba.
Frente a la particularidad de que los rayos se den en zigzag, Saban explica que su trayectoria viene determinada por las diferentes características eléctricas de la atmósfera, que no es homogénea. De esta manera, los pararrayos como tal no son los que repelen ni atraen esas descargas eléctricas, sino que son los encargados de proporcionar a los rayos una ruta fácil y segura hacia el suelo.
Un ladrón falleció después de que la comunidad lo atacara a golpes, ¿muerte natural o por justicia a mano propia?
En el Barrio Francisco, en Buenos Aires, capital de Argentina, un hombre murió después de que la comunidad del sector lo atacara a golpes, al percatarse de que estaba robando en una casa, el paso martes 18 de abril.
De acuerdo con el medio Noticias Argentinas, los testigos del hecho manifestaron que todo comenzó cuando la dueña de la vivienda a la que buscaba ingresar el presunto ladrón, se percató que había una persona buscando entrar a su domicilio y comenzó a gritar y a pedir auxilio. La mujer se encontraba en la vivienda con sus hijas.
Según este medio local, los vecinos se habrían acercado a la casa y habrían atacado al hombre en el piso, primero dos hombres, pero luego otros vecinos más. Después de haberlo golpeado fuertemente, uno de los vecinos habría tomado una llave cruz y habría impactado al presunto ladrón, con un fuerte golpe en la cabeza.
El medio Cadena 3 reporta que el hombre que intentaba robar se identificaría como Matías Hidalgo. La llave cruz con la que Hidalgo habría sido atacado era de su propiedad y los vecinos le habrían arrebatado la herramienta cuando lo golpearon.
Aunque no se sabe con precisión en qué momento murió, mientras era linchado, convulsionó y posteriormente murió de un paro cardiorrespiratorio. Cuando llegó la policía ya se encontraba sin signos vitales, por lo que no fue llevado a un hospital.
La investigación se encuentra ahora a cargo de la Comisaría Tercera, de la Policía Judicial, y de la División de Homicidio dependiente de la Dirección de Investigaciones.