Para los amantes de la ciencia y eventos relacionados con la astronomía, el eclipse lunar de este martes –8 de noviembre– se convirtió en todo un espectáculo, y con mayor razón, al ser un fenómeno que no se volverá a apreciar sino hasta 2025. Sobre las 2:09 de la mañana (hora de Miami) empezó la transición del satélite que se tornó entre naranja y rojo, razón por la que es conocido como la ‘luna de sangre’.

Este hecho fue transmitido en vivo y en directo, siendo la oportunidad para que, en las zonas donde no fue perceptible, sus residentes pudieran apreciarlo en tiempo real, así como también quienes no alcanzaron a verlo. Este fue el último eclipse total de la luna hasta ahora, pues el siguiente está previsto que se desarrolle en tres años, exactamente el 14 de marzo.

Entre el Pacífico, Norteamérica, Australia y el este asiático fueron millones los afortunados en lo que para las 4:42 de la mañana ya era un eclipse total que pasó a parcial después de ese lapso. A diferencia de los fenómenos relacionados con el sol, este no necesitaba de algún tipo de protección especial para los ojos, pero los expertos siempre recomiendan utilizar binoculares para una mejor observación del atípico episodio.

Un evento imperdible

Según la agencia espacial “la etapa del eclipse en la que la Luna está completamente a la sombra de la Tierra” sería “visible en América del Norte y Central y en Ecuador, Colombia y las partes occidentales de Venezuela y Perú. En Puerto Rico, la Luna se pone justo después de que comienza la totalidad”. También fue “visible en Asia, Australia y Nueva Zelanda. Los espectadores de Alaska y Hawái tuvieron la oportunidad de ver todas” las fases.

De acuerdo con la NASA, este tipo de acontecimientos suceden cuando la Tierra, el sol y la luna forman una alineación, de manera que esta última pasa a la sombra de nuestro planeta, en la parte más oscura que se denomina umbra. Una vez ocurre esto, es cuando el satélite se torna de un tono rojizo.

Una percepción anterior fue visible en mayo de este año. El astrofísico del Marshall Space Flight Center de la NASA, Alphonse Sterling, comenta que este tipo de eclipses completos tienen lugar, en promedio, aproximadamente una vez cada año y medio.

¿Cómo surge el tono rojo?

Según ese organismo internacional, la razón “que hace que nuestro cielo sea azul y nuestros atardeceres rojos” permite que la Luna se vuelva roja durante un eclipse. Se llama dispersión de Rayleigh. La luz viaja en ondas y los diferentes colores de luz tienen distintas propiedades físicas”. La azul cuenta con “una longitud de onda más corta y las partículas de la atmósfera terrestre la dispersan más fácilmente que la roja, que tiene una longitud de onda más larga”.

En cuanto a próximas apreciaciones astronómicas, el siguiente eclipse será el 5 de mayo de 2023 en una fase de penumbra (que genera un leve oscurecimiento) y estará visible particularmente en África, Asia, Australia.

A este le seguirá uno parcial el 28 de octubre, que también podrá observarse en esos continentes, así como en Europa, luego uno penumbra en las Américas (el 25 de marzo de 2024), llegará el parcial el 18 de septiembre de ese año y; finalmente, otra ‘luna de sangre’ el 14 de marzo de 2025 (perceptible en Europa, África Occidental, América y el Pacífico.