Una multitud de manifestantes a favor de los pueblos indígenas de Canadá derribó las estatuas de la reina Victoria e Isabel II durante las manifestaciones por el Día de Canadá en la ciudad de Winnipeg por el trato dispensado a los pueblos originarios.

Las manifestaciones, celebradas el jueves para conmemorar la independencia del país, tienen lugar después del hallazgo de cientos de cadáveres en tumbas sin identificar cerca de internados de asimilación forzosa de población indígena. En concreto, tras el hallazgo de otras 182 tumbas el martes, la cifra asciende ya a 1.148 cuerpos.

En estas escuelas, abiertas bajo el mandato de la reina Victoria, muchos jóvenes sufrieron violaciones, fueron golpeados, recibieron malos tratos verbales y sufrieron malnutrición. Se cree que más de 6.000, de los más de 150.000 forzados a acudir a estas instituciones, murieron.

Cerca de la antigua Escuela St. Eugene’s Mission, una de los cuatro grupos de la Nación Ktunaxa, la Primera Nación Lower Kootenay, ha descubierto estas tumbas usando un radar de penetración de suelo. Han indicado que se encontraban a poca profundidad, de aproximadamente un metro.

Este internado fue dirigido por la Iglesia católica desde 1912 hasta principios de la década de 1970, desde cuando el edificio se convirtió en un resort y casino, con un campo de golf adyacente. Según la tribu, hasta 100 de sus miembros fueron obligados a asistir a esta escuela de asimilación.

En este sentido, en un comunicado de prensa recogido por la cadena de televisión pública canadiense CBC, han indicado que “se cree que los restos de estas 182 almas son de los grupos miembros de la Nación Ktunaxa, las comunidades vecinas de las Primeras Naciones y la comunidad de aq’am”.

Este hallazgo se da después de que la tribu Cowessess encontrara 750 tumbas en la Escuela Residencial Indígena Marieval y otro descubrimiento en la Escuela Residencial India Kamloops de 210 tumbas adicionales, en medio de la polémica levantada en el país por el hallazgo de más tumbas en escuelas que se levantaron para la asimilación forzosa de población india.

Las personas han cantado “no hay orgullo en un genocidio” alrededor de la estatua de la reina Victoria, que antes de ser derribada ha sido vandalizada con pintura roja. Momentos después, la multitud ha derribado la de la reina Isabel II --actual jefa de Estado de Canadá--, según la información recogida por Sky News.

Un hombre fue detenido tras los incidentes, según ha trasladado la cadena CBC, aunque las causas de su arresto no están claras por el momento. El citado medio destacó que es posible que el hombre arrestado estuviera furioso con los que han derribado las estatuas.

“Genocidio cultural”

Este tipo de escuelas se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a los jóvenes indios y estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas, y las recientes investigaciones y hallazgos de cadáveres han levantado revuelo en la nación que ha llevado al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a exigir a la Iglesia Católica que “asuma su responsabilidad”.

Tras esta información, además, algunas de las tribus indígenas canadienses comenzaron a investigar los alrededores de las inmediaciones de estas escuelas con radares de penetración de suelo para localizar tumbas, como es el caso de Cowessess, algo que los expertos ya han anticipado llevará a más descubrimientos de este calibre.

Los grupos indígenas canadienses han pedido que se investiguen todas las antiguas escuelas residenciales del país. Durante décadas, miles de niños fueron apartados de sus familias e internados en colegios residenciales, donde debían aprender las tradiciones de los colonialistas europeos para olvidar su propia cultura, enfrentándose además a la violencia y a abusos sexuales.

Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un “genocidio cultural”, mientras que el Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de 4.100 menores fallecidos durante su estancia en los internados, de los que muchos fueron sepultados en los propios recintos escolares.

*Con información de Europa Press