La tragedia que azotó a los turcos y sirios el pasado 6 de febrero por cuenta de la serie de poderosos sismos que afectó el sur de Turquía y el norte de Siria, despertando la solidaridad mundial, y con un saldo de más de 48.000 víctimas mortales, aún no termina, pues, cuando las labores de remoción de escombros aún se mantienen vigentes, un nuevo fenómeno natural ha atacado; una inundación.
Según reportan medios internacionales, esta nueva tragedia, que azota sobre todo a la ciudad de Sanliurfa, en la misma región afectada por los sismos, derivó en la muerte de al menos 13 personas, de las cuales 11 se ubican en la referida ciudad, quienes perecieron este miércoles por cuenta de los efectos del agua.
En el listado de muertos, se encuentran a su vez cinco personas de nacionalidad siria, quienes buscaban resguardarse del temporal en el sótano de un edificio que resultó totalmente inundado, y donde sus ocupantes se vieron sorprendidos al no lograr evacuar, encontrando entonces la muerte.
Según reportan medios internacionales, igual suerte corrieron otras dos personas que se encontraban en la provincia de Adiyaman, quienes también perecieron por cuenta de las inundaciones y sus efectos.
Dentro de los datos recopilados por medios locales, se encuentra una información que apunta a que una de las víctimas reportadas con ocasión de la inundación, es una sobreviviente del terremoto, quien buscando refugio, al haberse quedado sin vivienda, transformó un contenedor en su vivienda de emergencia; no obstante, los efectos de las lluvias derivaron en que este fuera arrastrado, determinando a su vez el deceso de la persona en su interior.
Según los datos conocidos a través de medios internacionales, el reporte entregado por las autoridades turcas, más precisamente por el ministro turco del Interior, Süleyman Söylu, también da cuenta del deceso, en la región de Adiyaman, de una menor de un año y medio de edad como efecto de la inundación.
Dentro de la información presentada por las autoridades de Turquía, también se habla del envío de un contingente de rescatistas de cerca de 160 uniformados y buzos que llegaron a la zona con el fin de avanzar también en las labores de búsqueda de otro grupo de personas que permanecerían desaparecidas tras los efectos de la inundación.
A través de vidos difundidos a través de las redes sociales se ´puede apreciar la magnitud de la tragedia ahora derivada de las inundaciones.
Algunas de las imágenes dan cuenta de cómo los humanos no son los únicos afectados por las inundaciones, y cómo el agua también desplazó a especies como serpientes, que ahora se convierten en amenaza para las personas que hacen presencia en la zona.
Estas quince víctimas se suman ahora al listado de 48.000 personas que perecieron como resultado de la ola de sismos de comienzos del mes anterior en Turquía, a los que a su vez se añaden los 6.000 que lograron reportarse en Siria por efecto de la misma tragedia.
La catástrofe derivada de los sismos, es considerada como una de las peores sufridas en esa región del mundo en los últimos lustros.
Uno de los principales retos tras la ocurrencia de los sismos, es precisamente la atención de las víctimas, en tanto los inmensos destrozos dejaron sin vivienda a cientos de miles de personas en la región sur de Turquía, quienes actualmente, y en medio de los planes de emergencia, continúan siendo alojados en albergues, muchos de ellos en tiendas de campaña y contenedores.
Recientemente, y con ocasión de dicha crisis humanitaria resultado del terremoto, se conocieron pronunciamients de distintas organizaciones, entre las que se cuenta la ONG Word Visión, la cual se refirió al ‘drama de los niños no acompañados’, haciendo mención de aquellos menores que, producto de los terremotos quedaron solos, en tanto son los únicos sobrevivientes de sus familias nucleares, e incluso, algunos casos en los que pese a que sus padres pudiesen haber sobrevivido, la indocumentación, y problemas para la reunificación familiar aún los tienen a la deriva.
A su turno, citando datos de la Agencia especial para la Infancia de Naciones Unidas, Unicef, la nombrada ONG afirmó que se estima que 2,5 millones de niños y niñas sirios quedaron desprotegidos tras el sismo, sumándose así a la difícil situación que ya refería y despertaba preocupación internacional respecto al drama de la niñez en Siria producto de la guerra.