El expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, de frágil salud por complicaciones en su tratamiento contra un cáncer de esófago, sorprendió el sábado 19 de octubre en un multitudinario mitin político, una semana antes de las elecciones nacionales en Uruguay.
El exguerrillero, de 89 años, que fue presidente de 2010 a 2015 y sigue siendo una de las figuras más populares del país, asistió al acto final del Movimiento de Participación Popular que lidera dentro del izquierdista Frente Amplio, la mayor fuerza política del país y en la oposición desde 2020.
Visiblemente emocionado, Mujica dijo que por primera vez en los últimos 40 años no participa en una campaña electoral por estar “peleando con la muerte”, pero sintió que debía estar esa noche en la Plaza 1.º de Mayo en Montevideo en apoyo del candidato presidencial frenteamplista Yamandú Orsi, quien lidera la intención de voto para los comicios del domingo 27.
“Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada de la que no se vuelve”, dijo Mujica, conmoviendo a muchos hasta las lágrimas.
“Pero estoy feliz porque están ustedes, porque cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos sustituyendo la lucha. Y toda mi vida dije que los mejores dirigentes son los que dejan una barra que lo superan con ventaja”, agregó, y mencionó a Orsi.
En su breve discurso, pronunciado entre gritos de: “¡Te queremos, Pepe!”, Mujica llamó a lograr el desarrollo del país para tener los medios para formar a las generaciones futuras.
“Hay que trabajar por la esperanza. Hasta siempre, les doy mi corazón. Y gracias por existir”, concluyó.
El expresidente, un exguerrillero que gobernó Uruguay de 2010 a 2015, recibió el alta del hospital el 13 de septiembre y desde entonces ha estado en su chacra (granja) en las afueras de Montevideo, donde vive con su mujer.
“Estar enchufado un rato tres veces al día a un aparato para que le pase la comida no es sencillo”, y eso pesa en su estado de ánimo, “pero de todos modos él ha seguido pensando en las cosas que hay que hacer en la chacra”, como “cortar la alfalfa”, y está atento a la actividad política, viendo los actos “por el celular”, contó la esposa de Mujica, Lucía Topolansky.
“Yo tengo esperanza que, de a poquito, vaya recuperando toda la fuerza que perdió”, agregó, y celebró que ya pueda beber té por vía oral.