Una segunda fuga de crudo en la costa de Perú se produjo el martes 25 de enero mientras se efectuaban labores en un ducto submarino de la refinería de Repsol, pero la compañía española descartó este miércoles que se trate de un “nuevo derrame de petróleo”.
La fuga ocurrió “cuando se realizaban trabajos previos al retiro del PLEM (Pipeline End Manifolds, el extremo del ducto), que es un equipo de colección y distribución submarina” desde la refinería a los buques, indicó el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), del Ministerio del Ambiente, en un comunicado.
Este vertimiento ocurrió en momentos en que cientos de brigadistas trabajan a contrarreloj en las playas para limpiar los 6.000 barriles de petróleo derramado hace once días cuando el buque tanque Mare Doricum, de bandera italiana, descargaba crudo en la refinería La Pampilla de Repsol, en Ventanilla, 30 km al norte de Lima. La compañía atribuyó el accidente al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga.
Sobre lo ocurrido el martes, la compañía afirmó que se trató de un “afloramiento controlado de remanentes del derrame del pasado 15 de enero”, mientras se realizaban faenas en el ducto submarino que conecta a la refinería con los buques tanques, con el fin de investigar las causas de ese siniestro.
“Este afloramiento estaba contemplado por lo que se habían instalado previamente las barreras de contención, elementos absorbentes y skimmer [máquina que remueve el petróleo que flota en el agua] que ya se encontraban dispuestos en la zona como medida de seguridad. De esta manera, se logró controlar el hidrocarburo”, indicó un comunicado de la petrolera española. “Repsol descarta nuevo derrame de petróleo”.
El ente técnico estatal que supervisa las inversiones en energía (Osinergmin) indicó en un comunicado que el martes, durante la “operación de retiro de remanente” de crudo, “se registró el vertimiento de un volumen de crudo estimado en ocho barriles (casi 1.300 litros) el cual fue controlado”.
“Seremos inflexibles ante el nuevo derrame de ocho barriles de petróleo, porque siguen atentando contra una zona protegida donde existe una gran variedad de vida marina”, advirtió por su parte el ministro de Ambiente, Rubén Ramírez.
“Y estamos siendo inflexibles en cuanto a las multas y procesos sancionadores, y estamos evaluando incluso posibles sanciones mayores que podrían incluso conllevar a la paralización de la empresa” en el país, expresó el ministro en rueda de prensa la noche del pasado miércoles 26 de enero.
“Se está evaluando a través del procurador [abogado litigante del ministerio] un tipo coercitivo para garantizar que los miembros del directorio de la empresa estén presentes en el proceso penal y respondan por el daño hecho”, añadió.
La Marina de Guerra del Perú dijo en un comunicado que el martes 25 de enero, durante un vuelo de inspección para monitorear la zona afectada por el primer derrame, la tripulación observó una “mancha oleosa” en las inmediaciones del ducto de la refinería.
“Hemos podido constatar el derrame, que es relativamente pequeño”, dijo el capitán de navío Jesús Menacho, jefe de operaciones de la guardia costera peruana, a la emisora RPP.
*Con información de AFP.