Cuando se quiere trabajar no hay nada que lo impida, ni siquiera una limitación física. Esto lo dejó demostrado un ciudadano mexicano que fue grabado por una usuaria de TikTok.

Según narra quien publicó el video en la mencionada red social, iba caminando por la calle, cuando vio a un señor al que le faltaba una pierna y tenía que caminar con ayuda de las muletas.

Pero lo que sorprendió a la señora fue que la persona discapacitada realmente estaba trabajando, cargando objetos pesados en un trasteo.

Ese es el número de contacto en México del ciudadano discapacitado | Foto: Foto TikTok @maclaurennnn

“Admirable señor, aquí les dejo la tarjeta para que llamen y ver cómo podemos ayudarlo”, dice la señora mostrando la tarjeta de presentación de la empresa de transporte del ciudadano.

El video que fue publicado por la usuaria en TikTok identificada como @maclaurennnn, cuenta con más de 35 mil reproducciones y aunque los comentarios fueron bloqueados, se puede evidenciar el número de teléfono para ponerse en contacto directo con el ciudadano discapacitado.

Hazaña médica: la historia de Andrea Gálvez, la colombiana que hizo posible que un tetrapléjico volviera a caminar

La noticia le dio la vuelta al mundo. Gert-Jan Oskam, un ingeniero neerlandés de 40 años, logró lo que parecía ciencia ficción hasta ahora: ponerse en pie y volver a caminar de forma natural después de haber quedado tetrapléjico tras un grave accidente en bicicleta en 2011 en China, mientras regresaba a casa de su trabajo.

Una imagen suya, caminando y erguido, sorprendió a millones de personas, pues el hombre había perdido la movilidad del cuerpo con apenas 28 años. Ahora, lograba recuperar el control sobre el movimiento de las piernas, lo que le permite ponerse de pie, caminar e incluso subir escaleras.

Andrea Gálvez, neuroingeniera colombiana | Foto: Foto: Instagram

La noticia le dio la vuelta al mundo el pasado 24 de mayo. Gert-Jan Oskam, un ingeniero neerlandés de 40 años, logró lo que parecía ciencia ficción hasta ahora: ponerse en pie y volver a caminar de forma natural después de haber quedado tetrapléjico tras un grave accidente en bicicleta en 2011 en China, mientras regresaba a casa de su trabajo.

Una imagen suya, caminando y erguido, sorprendió a millones de personas, pues el hombre había perdido la movilidad del cuerpo con apenas 28 años. Ahora, lograba recuperar el control sobre el movimiento de las piernas, lo que le permite ponerse de pie, caminar e incluso subir escaleras.

Oskam, cuyo accidente le provocó una lesión medular incompleta que le permitía algunos movimientos residuales, ya había probado años atrás un dispositivo más rudimentario en otro ensayo clínico, pero no funcionó de la mejor manera. | Foto: CHUV 2022 | WEBER Gilles

Oskam, cuyo accidente le provocó una lesión medular incompleta que le permitía algunos movimientos residuales, ya había probado años atrás un dispositivo más rudimentario en otro ensayo clínico, pero no funcionó de la mejor manera: “Antes la estimulación eléctrica me controlaba a mí. Ahora soy yo el que controla la estimulación”, aseguró en una rueda de prensa, el día en que el mundo supo de este increíble avance.

El asunto suena simple: “un puente digital” que se instaló entre el cerebro y la médula espinal del paciente logró que este hombre transformara su vida. Esto es posible gracias a algoritmos de inteligencia artificial (IA) que hacen que las intenciones de movimiento del paciente se decodifiquen en tiempo real. En otras palabras, se logró que las señales cerebrales se conviertan en comandos de estimulación que logran que los músculos paralizados del paciente se reactiven para conseguir que vuelva a caminar.

La imagen de Gert-Jan Oskam caminando y erguido, sorprendió a millones de personas. | Foto: CHUV 2022 | WEBER Gilles

Detrás de esta investigación está Andrea Gálvez Solano, una de los dos colombianos que forman parte del laboratorio que logró este increíble avance de la medicina.

Se trata de una bogotana de 32 años, egresada de la Universidad de los Andes en Ingeniería Biométrica. Estando en la universidad, formó parte de un grupo de investigación en neurociencia y gracias a esa experiencia se animó a viajar a Europa para escudriñar más los misterios del cerebro y cursar una maestría en neurociencias en la Universidad de Ginebra y luego un doctorado en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza.