Un extraño caso de mutación animal se presentó este jueves en Macedonia del Norte, exactamente en el pueblo de Lazec, cerca de la frontera con Grecia. En una granja de la pequeña población se dio el nacimiento de una ternera con dos cabezas, un fenómeno que nunca se había dado en este país.
La becerra, según la información publicada por el diario El Tiempo, nació con dos cráneos fusionados, cuatro ojos, dos bocas y dos orejas, todas en perfecto funcionamiento.
De hecho, de acuerdo con el propietario del animal, cuando la ternera toma leche con una de las bocas, la otra imita el movimiento, como si estuviesen conectadas a nivel neuronal.
De acuerdo con los expertos, las cabezas no solo comparten una porción de su cráneo, sino también parte del tejido cerebral, lo que en la neurocirugía humana se conoce como “Craniopagus parasiticus”, una malformación muy poco frecuente.
Según la información publicada por la agencia Reuters, un veterinario examinó al animal y aseguró que, a pesar de que tiene policefalia (dos cabezas), está en buenas condiciones de salud. Sin embargo, por su patología y lo que se conoce de ella, es posible que tenga una vida corta.
A pesar del diagnóstico poco favorable, el granjero Vasko Petrovski, dueño del animal, afirmó: “La tendremos durante el tiempo que viva, no importa cuánto tiempo sea. Haremos todo lo posible para asegurarnos de ello”.
Perro con un ojo
Hace poco también se conoció la historia de Cíclope, un perro que nació con un solo ojo, dos lenguas y sin nariz en Filipinas.
El animal nació con varias malformaciones genéticas que no le permitieron vivir por mucho tiempo, a pesar de los esfuerzos de quienes lo recibieron. Por su condición, le resultó imposible respirar por mucho tiempo y falleció a las pocas horas de nacer.
Junto a Cíclope también nació otro cachorro con todos sus órganos y en óptimas condiciones de salud.
Su dueña, Amie de Martín, intentó mantener a Cíclope con vida y se las ingenió para darle leche materna, pero su condición no le permitió vivir por mucho tiempo.
De acuerdo con lo que contó la dueña del animal que dio a luz a Cíclope, el veterinario le aseguró que posiblemente la madre habría comido algo que la intoxicó durante el embarazo, lo que habría ocasionado la malformación genética del cachorro.
La mayoría de las malformaciones congénitas tienen causas genéticas y ambientales que actúan al mismo tiempo. Pueden ser parte de un síndrome genético, ser producidas por una sustancia teratogénica (en el ambiente) o en la mayoría por causas desconocidas.
Una de las condiciones más conocidas en el reino animal son las dos cabezas.
Comúnmente los animales de dos cabezas son tortugas, serpientes, ganado, ovejas, cerdos, gatos, perros y peces. Cada cabeza de un animal policefálico tiene su propio cerebro y comparten de alguna manera el control de los órganos y miembros, aunque la estructura específica de las conexiones varían.
Los animales se mueven a menudo de una manera desorientada y mareada, con los cerebros “debatiendo” el uno con el otro; algunos animales simplemente zigzaguean sin conseguir llegar a ningún lugar. Los animales policefálicos raramente sobreviven en la vida salvaje en comparación con los animales monocefálicos normales.