Pese a los constantes llamados a la calma, que ha hecho el presidente Emmanuel Macron, las tensiones han sido protagonistas durante los últimos tres días. Miles de personas han salido a las calles para expresar su inconformidad con las fuerzas de seguridad, luego de que Nahel (un joven de 17 años) muriera a manos de un uniformado en un control de tránsito.

El país europeo vivió otra noche de caos y disturbios que se saldó con cientos de aprehensiones. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, confirmó la cifra de arrestos y aseguró que los uniformados se habían enfrentado a un tipo de “violencia”, para él, poco frecuente en su país.

La más reciente actualización situó en 875 el número de personas detenidas, 408 de ellas en París y sus alrededores.

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De acuerdo con un balance previo, 249 policías y gendarmes resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad. Durante la noche del jueves y madrugada de este viernes, grupos de manifestantes quemaron vehículos, dañaron edificios públicos y saquearon tiendas en numerosas ciudades de la periferia de París, así como en localidades de provincia.

La violencia estalló el martes en las afueras de la capital y se extendió a otras partes de la nación, luego de que Nahel muriera, producto tras el disparo de un agente. El momento quedó plasmado en video. El policía, de 38 años, permanece bajo custodia, mientras enfrenta cargos por homicidio voluntario.

Anticipando otra noche de caos que terminó registrándose, el gobierno galo había desplegado la jornada anterior 40.000 agentes a nivel nacional, 5.000 de ellos en París. Por segundo día consecutivo, el presidente Emmanuel Macron encabezará este viernes una célula interministerial de crisis, según anunciaron sus servicios.

Ola de disturbios permea las protestas

Antes de ese encuentro, la primera ministra, Élisabeth Borne, reunió en la mañana a los ministros de Interior, Justicia, Territorios y Ciudad, y denunció unos actos “insoportables e inexcusables”.

En la capital, varias tiendas del centro comercial Les Halles y en la turística y comercial calle Rivoli, que lleva al museo Louvre, fueron “vandalizadas”, “saqueadas” o “incendiadas” durante la noche, dijo un alto cargo policial. Algunos de quienes salieron a las calles también atacaron comisarías, ayuntamientos y centros educativos.

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El jueves, una marcha en homenaje a Nahel en Nanterre, contó con la asistencia de unas 6.200 personas como parte del llamado de su madre Mounia, e hizo sentir la ira y el miedo contra unas fuerzas del orden que algunos califican de “racistas” y “violentas”.

Situación delicada en Francia

“No culpo a la Policía, culpo a una persona: la que quitó la vida a mi hijo”, dijo la mujer a la cadena France 5, para quien el agente “vio un rostro árabe, un pequeño chaval, y quiso arrebatarle la vida”.

“Las primeras palabras que pronunció eran para pedir perdón y las últimas palabras que pronunció eran para pedir perdón a la familia” de la víctima, dijo el letrado Laurent-Franck Liénard en la cadena BFMTV.

Jóvenes chocan con la policía cerca de París después de que un adolescente fue asesinado en una parada de tráfico. | Foto: Reuters / Twitter/@250celeste_

Estos hechos evocan los disturbios que estallaron en 2005 en los suburbios de las grandes ciudades, luego de que dos adolescentes perdieran la vida electrocutados cuando huían de la policía en Clichy-sous-Bois, al noreste de París.

El ejecutivo afronta una situación delicada, después de que sus críticas a la actuación policial causaran malestar entre los sindicatos de Policía, mientras manifiesta su firmeza ante los disturbios y hace llamados a la calma. La oposición de derecha y extrema derecha, que apela a la “presunción de inocencia” de los agentes, pidió al gobierno del centrista Macron que declare el estado de emergencia, como se hizo en 2005.

*Con información de AFP.