El que estaba planificado como uno de los días más esperados para decenas de bachilleres en el departamento de La Paz, Bolivia, terminó en una tragedia cuando se desplomó un techo en plena ceremonia. La emergencia se saldó con por lo menos cinco muertos y 15 heridos; sin embargo, medios locales elevan a 17 el número de fallecidos.
El accidente se produjo en la tarde de este sábado 10 de diciembre, en la Unidad Educativa Gualberto Villarroel, ubicada concretamente en la localidad Santiago de Pacharia. Las autoridades atribuyen los hechos a una intensa granizada que la infraestructura no logró soportar.
Según medios internacionales, una vez se recibió la alerta de lo sucedido, se estableció contacto con el Hospital Municipal de Achacachi para solicitar el envío de ambulancias. Las primeras indagaciones indican que el peso de la granizada, de entre 15 y 30 centímetros, sumado a la antigüedad de la construcción, llevaron a que esta cediera, sostuvo Página Siete.
Del júbilo a la tragedia
“Nuestras condolencias a las familias afectadas y nos adherimos al dolor que embarga las familias dolientes, expresando nuestras más sincera solidaridad en estos momentos de profunda tristeza, que la paz y el consuelo los acompañe. Los heridos están siendo atendidos en el hospital de Achacachi”, dijo el Gobierno regional de Achacachi en redes sociales.
Sobre las 4:00 p. m. (hora local), dos funcionarios afirmaron que recibieron el llamado de la emergencia y pusieron en marcha su plan de respuesta al centro educativo. “Nos dirigimos al lugar y vimos la granizada que había caído entre 15, 25, 30 centímetros de altura”, dijo uno de ellos al portal Entre Nos.
En redes sociales empezaron a circular imágenes y videos de momentos posteriores al colapso del techo, durante las primeras tareas de rescate. En estos se percibe el desconcierto de los asistentes, mientras que suman esfuerzos para levantar los escombros con la esperanza de recuperar con vida a sus allegados.
“¿Dónde está mi familia?”, dijo en el idioma aymara una mujer en un momento en el que primó la angustia por el estado de las víctimas directas de la tragedia. De acuerdo con Red Uno y Oxígeno Bolivia, los primeros en brindar apoyo fueron los mismos participantes en la ceremonia de graduación, así como unidades de la fuerza pública.
El médico que atendió el caso en el Hospital de Achacachi, César Cruz, señaló a Red Unitel que inicialmente llegaron sin vida cuatro personas a la unidad de atención, mientras que decenas fueron trasladadas para empezar tratamiento por heridas de diferente gravedad. Cuatro de los lesionados tenían un diagnóstico de mayor complejidad, razón por lo que se autorizó su envío a otros centros en La Paz y El Alto, dijo por su parte Plano Informativo.
Recuerdo de otra tragedia
Este hecho recuerda otra tragedia ocurrida en Bolivia, aquella vez en la Universidad Pública de El Alto, cuando al menos siete estudiantes murieron después de que se desprendiera una baranda de un cuarto piso. Unos sesenta jóvenes estaban reunidos en una asamblea en plena pandemia de coronavirus.
El informe oficial indicó que fueron 12 los alumnos que cayeron desde aproximadamente 17 metros de altura, tres de los cuales fallecieron de forma instantánea por el impacto. Algunos testigos comentaron que se les obligó a ir al plantel, en medio de una disputa estudiantil.
El comandante de la Policía, Jhonny Aguilera, aseguró en ese momento que la emergencia se produjo tras la fuerza hecha por los estudiantes sobre la estructura, y que se sumaron otros factores como la cantidad de personas reunidas y una soldadura inadecuada de la baranda, recogió Unitel.