El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, tuvo que comparecer en una audiencia de 20 minutos ante una corte de Miami, en Estados Unidos, por el altercado que se presentó en la final de la Copa América.
Jesurún y su hijo (Ramón Jesurún Jamil) fueron detenidos en el Centro Correccional Turner Guilford Knight por protagonizar una pelea con oficiales de seguridad del Hard Rock Stadium, el recinto en el que se llevó a cabo el partido entre Colombia y Argentina que terminó entregándole al conjunto albiceleste su triunfo número 16 en ese torneo.
En la diligencia la jueza Mindy S. Glazaer determinó que Jesurún tendría que pagar una fianza de dos mil dólares y le instó a comprometerse a comparecer en ante los tribunales del estado de la Florida cada que sea solicitado, en medio del proceso que quedó abierto en su contra en Estados Unidos por cargos de agresión corporal.
En principio, el documento de arresto de Jesurún indicó que este había sido detenido por tres cargos de ese tipo después de que este protagonizara una confrontación con un agente de seguridad del estadio. Sin embargo, la jueza solo consideró dos de esas conductas en el momento de la comparecencia del dirigente deportivo.
Jesurún llegó a los estrados vestido de traje naranja (con el uniforme que le ponen a los presos en Estados Unidos) y con las manos esposadas para una comparecencia en inglés en la que estuvo acompañado de una traductora y defendido por su abogado en ese país, Michael Band.
Por ese motivo, fueron pocas las intervenciones que hizo ante la Corte. Cuando él intentó aclararle a la jueza que había actuado en defensa propia al ver que su hijo era vulnerado por los agentes del estadio, la togada le indicó que guardara silencio para que su apoderado hablara por él.
“En el formulario de arrestó no indicaba que él estuviera licenciado, que fuera un individuo licenciado (...). El oficial que hizo el arresto creo que forzó el cargo poniendo que el empleado era un oficial de seguridad”, dijo el abogado Band en medio de la diligencia judicial.
El caso contra Jesurún estuvo a punto de tener un agravante porque la fiscal alegó que el funcionario agredido por el presidente de la Federación era un oficial de seguridad. No obstante, en medio de la comparecencia se aclaró que ese empleado, si bien sí era un agente de seguridad, era un vigilante privado y no directamente adscrito a las fuerzas de seguridad del Estado.
Al final, quedó en libertad tras pagar la fianza, la jueza le instó a presentarse a todas las diligencias a las que sea citado (así sea de carácter presencial o virtual) y la togada le respetó el derecho a viajar entre Colombia y Estados Unidos ya que su abogado defendió que él tiene familia en ese país.
El caso de Ramón Jesurún Jamil (el hijo) fue más grave porque a él lo señalaron “empujar, golpear y patear” a los agentes de seguridad del Hard Rock Stadium. El empresario de 43 años también fue procesado por tres cargos y quedó en libertad tras pagar una fianza.
Los hechos se presentaron después del partido entre Colombia y Argentina en el marco de la ceremonia de premiación que se desarrollaba en la cancha y a la que solo podían acceder los integrantes de ambas selecciones.
La Federación Colombiana de Fútbol publicó un comunicado en el que aseguró que los empleados de la seguridad el estadio estaban impidiendo el ingreso a la gramilla (donde sería la premiación) a los integrantes de la delegación colombiana y afirmó que estos no podían ingresar a la cancha pese a estar portando sus escarapelas, por lo que comenzaron los reclamos.
“Uno de los reproches fue vociferado por un familiar del presidente de la FCF. Sin embargo, la respuesta de uno de los guardias fue una maniobra con la mano que en segundos desató agresiones, y momentos de alta confusión”, escribió la Federación.
Ese apartado hace referencia al hijo del presidente de la Federación (Jesurún Jamil) y lo que señala la organización es que “el presidente de la Federación, Ramón Jesurún impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil, se apresuró a reclamar por lo sucedido pero terminó desbordado por la situación, al encontrarse en el corredor con su esposa, hijos, hijas y nietos menores de edad”.
Fue justamente, tras esos sucesos, que ambos terminaron detenidos y protagonizando una diligencia judicial ante una corte de Miami en la que los dos recuperaron su libertad tras pagar una fianza y comprometerse a comparecer en audiencias futuras ante la justicia.
“Lamentamos como organización rectora del fútbol colombiano este suceso y ofrecemos excusas a los organizadores del certamen, el país anfitrión y a las personas que se vieron afectadas. Por su parte, el presidente Jesurún lamenta profundamente estos hechos, que jamás debieron ocurrir y que derivaron en una maniobra paternal e instintiva de protección a su hijo y a su familia”, concluyó la Federación Colombiana de Fútbol en un comunicado.