La delincuencia sigue al acecho en diferentes partes del mundo, siendo América Latina una de las zonas más ‘golpeadas’ tanto por dueños de lo ajeno como violencia en general. El hastío de la gente no distan mayoritariamente entre unos territorios y otros donde piden más presencia de las autoridades y estrategias efectivas.
La ola de criminalidad en la región se ha convertido en uno de los principales retos gubernamentales y, quienes llegan al poder, frecuentemente la sitúan entre sus prioridades. Sin embargo, la ‘intranquilidad’ para salir a las calles a cualquier hora sigue presente entre numerosas personas, muchas no se sienten seguras ni en las casas.
Según la organización internacional Crisis Group, el crimen organizado continúa en ascenso, pese a subrayar que en lugares como Colombia y El Salvador la tasa de homicidios se ha “estabilizado″. El organismo se enfoca en la expansión de mercados ilícitos como una razón para que la percepción de inseguridad sea mayor.
“Las dificultades económicas generalizadas en América Latina, que se agudizaron especialmente durante la pandemia, atrajeron a más personas al crimen organizado”, apunta Crisis Group. “Algunos grupos buscan intensificar su influencia sobre los negocios legales y consolidar su control de las comunidades”, se lee en uno de sus informes.
La medida contra un presunto ladrón
Pero este panorama no es la única preocupación en la región, pues hasta delitos más ‘locales’ dejan su huella y afectaciones a quienes tienen ciertas actividades como su fuente de ingresos; por ejemplo, los granjeros. En el distrito peruano de Carabayllo el cansancio de algunos habitantes contra la delincuencia derivó en ‘peculiar’ medida.
Un presunto ladrón quedó al descubierto cuando, según medios locales, fue descubierto robando gallinas en una vivienda. Residentes de la zona aseguraron que algunos dueños de lo ajeno están ya “acostumbrados a llevarse los patos y las gallinas”, recogió Perú 21.
La indignación de los pobladores ante el sospechoso llevó a que lo desnudaran, trasquilaran y hasta bañaran en medio de varios testigos. Ese medio informó que el joven no había actuado solo, pero dos de sus compañeros consiguieron escapar de la escena y librarse de aquel ‘castigo’, que también podría catalogarse como sanción social.
Así se ‘defendió’ el sospechoso
En video quedó captado cuando los vecinos le quitaron la ropa, así como el momento en el cual una mujer le cortó el cabello como ‘escarmiento’. Medios peruanos informaron que la reacción del sujeto ‘sorprendió' cuando se lamentó porque le quemaron unos audífonos que llevaba.
“Mamita, ya hicimos las pases”, se le escuchó decir al joven casi al borde del llanto y mientras la gente aguardaba por el arribo de las autoridades. Finalmente, el individuo fue trasladado a la Comisaría El Progreso donde se determinará su futuro judicial.
Según El Comercio, antes de que el sospechoso terminara llevado por los uniformados, los residentes también le obligaron a esperar abrazando un gallo que, previamente, habría intentado robar. Mientras tanto, los vecinos coinciden en que no permitirán más actos delincuenciales en la zona de Carabayllo.
La comunidad manifestó estar cansada de una ausencia ‘notoria’ de las autoridades, por lo cual (como en esta ocasión) decidieron tomar la justicia a cuenta propia. En conversación con América Noticias, un lugareño expresó su molestia por la inseguridad.
“Nosotros estamos abandonados tanto por la Policía como por el serenazgo. Llamamos a las tres de la mañana pidiendo auxilio, como lo hemos atrapado, hemos llamado para que se lo lleven al hombre a la comisaría, pero nadie ha contestado, ni una policía, nada”, aseguró el hombre a dicho medio, citado por El Comercio.