El eje más radical de Oriente Medio cierra filas contra Israel y reprocha la muerte del líder de Hezbolá. En la mañana del sábado, el grupo terrorista confirmó el deceso de su jefe, Hassan Nasrallah en un bombardeo israelí contra los suburbios del sur de Beirut. “Sayed Hassan Nasrallah se reunió con sus compañeros mártires (...) cuya marcha encabezó durante casi treinta años”, anunció el grupo terrorista en un comunicado en el que calificó el ataque como “un traidor bombardeo sionista”.

Para Israel, esa muerte es un gran triunfo militar, pues se trata de uno de los hombres que más odiaba la creación de ese Estado y al pueblo judío. “Nasrallah era uno de los mayores enemigos de todos los tiempos del Estado de Israel [...]. Su eliminación hace que el mundo sea un lugar más seguro”, declaró el portavoz del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, durante una rueda de prensa televisada.

Sayyed Hassan Nasrallah. Foto: Chris McGrath / Getty Images. | Foto: 2024 Getty Images

El deceso generó una ola de reacciones de solidaridad con el grupo terrorista y de rechazo a Israel, que mantiene una fuerte confrontación con los terroristas de Hamás desde el pasado 7 de octubre, cuando estos perpetraron uno de los peores ataques al pueblo judío en la historia. Más de 1.200 personas murieron y cerca de 300 fueron secuestradas.

Hezbolá, desde entonces, ha sido uno de los bastiones de Hamás en lo que ellos llaman la “resistencia” al poderío militar de Israel. Los países más radicales de Oriente Medio ya se alinearon a favor de Hezbolá y han repudiado el ataque israelí.

BEIRUT. Foto: Marwan Tahtah / Getty Images. | Foto: 2023 Getty Images

El primer ministro de Irak, Mohammed Shia’ Al Sudani, condenó este sábado la muerte del jefe del movimiento islamista y la calificó de “crimen”. El bombardeo del viernes contra un bastión de Hezbolá en el sur de Beirut fue un “ataque vergonzoso” y “un crimen que muestra que la entidad sionista cruzó todas las líneas rojas”, dijo Al Sudani en un comunicado, en el que calificó a Nasrallah de “mártir en el camino de los justos”.

Irán también le ha mostrado los dientes a Israel. El país es uno de los mayores financiadores de Hezbola. De hecho, un alto mando de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, murió en el bombardeo israelí de la víspera en Líbano junto al jefe del movimiento islamista libanés. Se trataría del general Abas Nilforoushan, subcomandante de las operaciones de los Guardianes de la Revolución.

“La gloriosa senda del líder de la resistencia, Hassan Nasrallah, continuará y su objetivo sagrado se realizará con la liberación de Quds [Jerusalén], si Dios quiere”, declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Naser Kanani, en un mensaje en la red social X. El vicepresidente iraní Mohamad Javad Zarif expresó su pésame por la muerte de Nasrallah, al que calificó de “símbolo de la lucha contra la opresión”.

En el santuario del imán Reza, el principal lugar de culto chiita del país, situado en la ciudad de Mashhad, en el noreste, se izó una bandera negra en señal de duelo, informó la agencia de prensa local Tasnim. El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, denunció el sábado la “estrechez de miras” de la política israelí, en un mensaje publicado antes de que se confirmara el deceso del máximo dirigente de Hezbolá.

Hamás, el grupo terrorista que tiene desde hace años sumida a la Franja de Gaza y que organizó el ataque a Israel del año pasado que desató la guerra, reviró por la muerte de su máximo aliado. “Condenamos firmemente esta salvaje agresión sionista y el ataque de edificios residenciales [...] Consideramos esto como un acto terrorista cobarde”, indicó en un comunicado.

*Con información de la AFP.