En un reciente estudio publicado por la revista Nature, titulado “Manifestaciones oftálmicas del virus de la viruela del simio”, expertos en medicina de diferentes universidades, entre ellas Harvard, Universidad de Tanta, Universidad de Tribhuvan e incluso profesionales de la región en la Fundación Universitaria Autónoma de las Américas con sede en Risaralda, Colombia, identificaron síntomas de la viruela del mono que se evidencian en los ojos.

Al parecer, el análisis que hicieron los expertos los llevó a determinar que, aunque hay grandes similitudes entre la viruela común y la del mono, también hay un patrón distintivo que se da en los ganglios linfáticos, además de lesiones oculares que son propias de este tipo de enfermedad y que la diferencia también de la varicela.

“Se ha informado que MXPV tiene varias manifestaciones oftálmicas que son comunes como otros síntomas no específicos (es decir, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular). Por ejemplo, las lesiones características de MPXV suelen aparecer primero como maculares, luego papulares, luego vesiculares y pustulares, que a menudo involucran la piel periorbitaria y orbitaria, asemejándose a la erupción de Varicella-Zoster, que afecta al 25 % de los casos”, explicaron en el estudio.

Así entonces, algunas de las afecciones oculares que presenta este tipo de viruela son la inflamación de los ganglios preauriculares en un 71 % de las veces; conjuntivitis en diferentes proporciones dependiendo si el contagiado está vacunado o no; lesiones conjuntivales focales con un 17 % de frecuencia en pacientes no vacunados; fotofobia en un 22 % de los infectados; pérdida visual, blefaritis, ulceraciones corneales y queratitis como un efecto tardía de la enfermedad.

Además, se agregó que aquellas personas que sufrían de conjuntivitis también desarrollaban otros síntomas de la enfermedad y se indicó que estas personas quedaron postradas en cama, mientras que aquellos que no reportaron el desarrollo de conjuntivitis no tuvieron tal dificultad.

“Los pacientes en los que se observó conjuntivitis tenían una mayor frecuencia de otros síntomas, como náuseas, escalofríos/sudoración, úlceras orales, dolor de garganta, malestar general, linfadenopatía y fotofobia en comparación con aquellos sin conjuntivitis informada. Además, es probable que la conjuntivitis prediga el curso de la enfermedad. Por ejemplo, el 47 % de los pacientes con conjuntivitis informó estar ‘postrado en cama’, en comparación con el 16 % de los pacientes en los que no se informó conjuntivitis”, explicaron en el estudio los expertos.

El dramático testimonio de paciente con viruela del mono

Un hombre de Texas, en Houston, Estados Unidos, contó su experiencia a una periodista en su cuenta de Twitter, en la que citó las palabras del paciente que, según parece, se contagió el 4 de julio al besar a otra persona.

“‘Me duele existir’. Wesley Wallace dio positivo por #monkeypox (viruela del mono): las ampollas aparecieron por primera vez en su rostro y ahora se están extendiendo. Él cree que contrajo el virus mientras estaba en un bar el fin de semana del 4 de julio. Está compartiendo su historia para que otros con el virus sepan que no están solos”, trinó la periodista de KHOU, medio local de Houston.

El hombre afirmó que “estar despierto es insoportable y muy doloroso. Desde que empezó la enfermedad, los padecimientos solo han progresado y empeorado. Un simple grano en la piel (así apareció), pero pronto resultó ser viruela del mono. Actualmente tengo ocho lesiones diferentes en la barbilla e incluso una en la boca”.

Con ‘un grano simple’ al que inicialmente no le prestó atención, se dio cuenta de que se trataba de la proliferada enfermedad y que, incluso, ya se declaró como emergencia sanitaria mundial. Dijo, además, que con el grano que tiene en la boca, “cada sorbo o bocado es algo extremadamente doloroso”.

Asimismo, aseveró que nuevos granos “han empezado a aparecer en diferentes zonas de mi cuerpo. En la mano y en la muñeca”. Respecto a cómo se contagió, “voy a decir que probablemente estaba besando a alguien que lo tenía y no lo sabía, solo besándome en un lugar donde aparecieron mis lesiones iniciales”.