Los objetos y superficies de alto contacto podrían albergar el virus de la viruela del mono, según un reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

El documento publicado por los CDC (por sus siglas en inglés) el pasado 19 de agosto detalló el estudio que se hizo a dos casos de la enfermedad que se presentaron en Utah (Estados Unidos).

Investigadores de la entidad sanitaria encontraron ADN del virus de la viruela símica en muchos objetos y superficies del hogar de estas dos personas.

Según el informe, los dos pacientes experimentaron tanto síntomas previos a las lesiones cutáneas, como fatiga y dolores corporales.

No obstante, a los ocho días de que sufrieran estos quebrantos, les aparecieron las lesiones características de la enfermedad, en zona genital, labios, manos, piernas, tórax y cuero cabelludo.

“El tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la resolución fue de aproximadamente 30 días para el paciente A y de aproximadamente 22 días para el paciente B”, indicaron los CDC.

Para hacer la evaluación de la presencia y el grado de contaminación de las superficies de la vivienda con los que los pacientes entraron en contacto, personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Utah hizo presencia en el lugar.

Las autoridades pidieron a las personas contagiadas que describieran los objetos y lugares de la casa con los que más hubiesen tenido contacto.

El informe de la entidad detalla también que la residencia tuvo una temperatura de entre 20,6 °C y 23,9 °C durante el desarrollo de los contagios en aislamiento.

“Se obtuvieron muestras de 30 objetos en nueve áreas del hogar y se transportaron al Laboratorio de Salud Pública de Utah para su envío a los CDC, donde se procesaron y analizaron con ensayos de PCR”, reza el documento.

Entre las 30 muestras que se analizaron, los investigadores obtuvieron resultados positivos en 21 de ellas, incluyendo espacios como muebles de tela y mantas, sillas, mesas y manijas e interruptores.

De hecho, se sabe que los virus como el de la viruela del mono tienen la posibilidad de permanecer en este tipo de superficies por un tiempo.

Los CDC determinaron la presencia del virus en estas muestras a pesar de que los pacientes aseguraron haber seguido la rutina de aseo recomendada.

Esta última consiste, entre otras cosas, en ducharse una o dos veces al día, lavarse las manos cerca de 10 veces y asear las áreas de la casa rutinariamente.

Con estos resultados, la entidad pudo confirmar que el ADN del virus de la enfermedad permaneció en estos objetos y superficies, “lo que indica que se produjo cierto nivel de contaminación en el entorno doméstico”.

Sin embargo, el hecho de que no hubiesen encontrado virus “viables”, dice el informe, sugiere que la posibilidad de contagiarse por este medio podía haber disminuido con el tiempo.

“Aunque ambos pacientes fueron sintomáticos y estuvieron aislados en su hogar durante más de tres semanas, sus prácticas de limpieza y desinfección podrían haber limitado el nivel de contaminación dentro del hogar”, precisa el documento.

Finalmente, los CDC aclaran que estos datos siguen siendo limitados y se necesitan estudios adicionales para evaluar la presencia y el grado de contaminación de las superficies.

Así como para “investigar el potencial de transmisión indirecta del virus de la viruela del mono en entornos domésticos”.