La posibilidad de vivir fuera del planeta Tierra es una incógnita que, días tras día, gran parte de la humanidad suele cuestionarse, en especial aquellos que son fanáticos de la astronomía y están al tanto de todo lo que sucede en el espacio exterior. Es por ello que existen postulados científicos que toman relevancia, pues, al parecer, lo que en un principio sería imposible, en la actualidad no suena tan ‘descabellado’.
Son varios los proyectos que se vinculan a la idea central de que el ser humano viva en otro ecosistema que no sea la Tierra; además, no hay que dejar a un lado el boom que está generando la inteligencia artificial, la cual acapara la atención con decenas de teorías de lo que esta tecnología podría llegar a hacer en el mundo.
Sea cual sea el caso, lo cierto es que los expertos continúan liderando investigaciones para que el hombre tenga la posibilidad de subsistir a kilómetros del planeta azul.
Por ejemplo, una de esas posibilidades recae en el planeta rojo, mejor conocido como Marte. El nombre de este proyecto es Nüwa, una ciudad sostenible creada por el colectivo arquitectónico Abiboo Studio y la colaboración de la Comunidad de la red sostenible fuera del mundo (SONet, en inglés).
Ciudad sostenible fuera del mundo
Desde hace un buen tiempo, la Nasa tiene misiones que buscan analizar la superficie de Marte, pero, por el momento, los hallazgos no han dado la luz verde que anhelan los científicos de la agencia espacial estadounidense.
No obstante, el proyecto Nüwa se presentó en 2020, compitió con otros más y resultó siendo elegido por su “factibilidad”, bajo el criterio de los expertos en cuanto a la posibilidad de vivir fuera de la Tierra.
El proyecto contempla que la ciudad marciana tendría 250.000 habitantes y se necesitaría viajar 250 días en el espacio. Asimismo, se ubicaría en un lado del Tempe Mensa, terreno protegido de radiación y meteoritos. En adición, la ciudad sostenible fuera del mundo dispondría cerca de los recursos que tengan que ser explotados.
De acuerdo con Abiboo Studio, “el punto más alto del acantilado es la Meseta, una extensa planicie donde se han situado las infraestructuras para la producción de alimentos, energía y los procesos industriales relacionados con dicha producción”.
Misión Génesis
Por otro lado, también ronda la posibilidad de que el ser humano viva en un exoplaneta. Teniendo en cuenta declaraciones del físico Claudio Gros, del Instituto de Física Teórica de la Universidad Johann Wolfgang Goethe en Frankfurt (Alemania), existe la probabilidad de que los científicos descubran un gran número de exoplanetas habitables, pero estos serían “de forma intermitente, más no permanente”.
Según una publicación de Gros, en la revista académica Atrophysic and Space Science, “la vida sería realmente posible en estos planetas, pero no tendría el tiempo para crecer y desarrollarse de manera independiente”.
Por lo tanto, existe una misión que lleva el nombre de Génesis y que para el físico se podría llevar a cabo en un par de décadas. Tal proyecto necesitaría de una micronave espacial interestelar no tripulada, la cual volvería a la Tierra para “sintetizar una selección de organismos unicelulares”, de modo que pueda conformar una ecosfera en uno de los exoplanetas.
“De esta manera, podríamos saltar los aproximadamente 4.000 millones de años que fueron necesarios en la Tierra para llegar a la etapa de desarrollo del Precámbrico, del cual el mundo animal se desarrolló hace 500 millones de años”, argumenta Claudio Gros.
Sumado a todo lo anterior, la citada publicación consigna que la denominada misión Génesis solo se interesaría en la exploración de exoplanetas deshabitados, ya que así no pondría en peligro otras posibles vidas.