El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió continuar “sin concesiones” su ofensiva contra Ucrania este jueves, pese a que las partes en conflicto se reunieron para negociar un alto al fuego.
“Rusia tiene la intención de seguir, sin hacer concesiones, en su lucha contra los miembros de grupos nacionalistas que cometen crímenes de guerra”, declaró Putin, según un comunicado divulgado por el Kremlin tras la conversación telefónica que el presidente ruso mantuvo con su par francés, Emmanuel Macron, este jueves 3 de marzo.
En el octavo día de la invasión rusa, representantes de Ucrania y Rusia se reunieron, por segunda vez, para negociar en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
“Comenzamos a discutir con los representantes rusos. Los puntos claves de la agenda son un alto el fuego, un armisticio y los corredores humanitarios para la evacuación de civiles de las ciudades y pueblos destruidos o bombardeados de manera constante”, tuiteó el consejero de la presidencia ucraniana, Mikhailo Podoliak.
La primera ronda, celebrada el lunes, se saldó sin ningún avance y Kiev advirtió, antes de que empezaran los diálogos de este jueves, que no aceptaría ningún “ultimátum” ruso. Putin, sin embargo, dijo que cualquier intento de ralentizar las conversaciones “solo conducirían a más exigencias a Kiev desde nuestra posición negociadora”.
Por su parte, Macron afirmó que teme que “lo peor esté por llegar” en el conflicto y criticó las “mentiras” formuladas por Putin, según un consejero suyo.
La invasión, empezada hace ocho días, ha provocado un éxodo de refugiados y llevó a los países occidentales y sus aliados respondieron a la invasión con una batería de sanciones para aislar a Rusia diplomática, económica, cultural y deportivamente.
El presidente ruso pidió “el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea y la desmilitarización y la ‘desnazificación’ del Estado ucraniano y la promesa de su estatuto neutro” como condiciones preliminares a una resolución del conflicto.
Por su lado, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, acusó a los políticos occidentales de estar obsesionados con una “guerra nuclear” después de que Putin anunciara que puso en alerta a la fuerza de disuasión nuclear.
Sobre el terreno, el asalto a Kiev parece frenado de momento. Según altos funcionarios estadounidenses, la inmensa columna de vehículos militares que se dirigía hacia la capital está “estancada” por falta de combustible y suministros.
En el sur las fuerzas rusas se hicieron con el control de Jersón, una ciudad portuaria del mar Negro de 290.000 habitantes, tras tres días de asedio. Las tropas que avanzan desde la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014, tienen ahora en la mira al puerto de Mariúpol.
Los rusos “buscan imponer un bloqueo como en Leningrado (actualmente San Petersburgo)”, ciudad soviética asediada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, dijo el alcalde de la ciudad, Vadym Boichenko.
*Con información de AFP.
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