El pasado viernes, 17 de marzo, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de captura contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin. La orden de detención de la CPI contra el mandatario se da por cometer crímenes de guerra en Ucrania. El delito por el que se le culpa es la deportación de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia.
De acuerdo con la información emitida por la CPI, la Corte tiene “motivos razonables” para creer que Putin “tiene responsabilidad penal individual” por estos delitos, bien por su comisión “directa” o por haber sido incapaz de “ejercer un control adecuado sobre los subordinados civiles y militares que cometieron los actos”.
Putin y sus crímenes de guerra
Vladimir Putin, quien ha estado en el poder en Rusia de manera casi ininterrumpida desde el año 2000, ha enfrentado múltiples denuncias por crímenes de guerra desde esa época.
- Chechenia: en el conflicto de Chechenia, particularmente en la brutal segunda guerra chechena cuando Putin estaba ya en el poder, se caracterizó por el uso de métodos que luego han sido calificados como crímenes de guerra, con Putin como máximo responsable.
En Chechenia se condenó el uso de armas explosivas en una amplia área de impacto sin considerar las vidas civiles, incluidos los bombardeos de artillería pesada y múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes y ataques aéreos.
De acuerdo con las acusaciones de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) y la organización rusa Memorial, tanto Putin como su antecesor Boris Yeltsin son responsables “de los crímenes de guerra y de los crímenes contra la humanidad perpetrados en Chechenia por las fuerzas rusas”.
El ejército ruso también fue acusado en este conflicto de tortura sistemática contra los jóvenes rebeldes, así como de violencia sexual contra las mujeres locales, saqueos, contrabando y malversación.
- Siria: la intervención rusa en Siria inició en 2015 y ha consistido en una serie de operaciones militares aéreas en territorio sirio efectuadas por las Fuerzas Armadas Rusas. Aviones y tropas de Putin han sido enviadas para apoyar el gobierno de Bashar al-Assad, quien gobierna Siria desde el año 2000, tras suceder a su padre en el cargo.
De acuerdo con la organización Human Rights Watch, los ataques del gobierno sirio en colaboración con el ruso han sido indiscriminados y han afectado particularmente a civiles. “Los ataques aéreos rusos y sirios a menudo parecían ser imprudentemente indiscriminados, apuntaban deliberadamente al menos a una instalación médica e incluían el uso de armas indiscriminadas como municiones en racimo y armas incendiarias”, asegura la organización.
Las acusaciones son múltiples, pero es de resaltar que en 2016 la ciudad de Alepo, donde se atrincheraban tanto las fuerzas opositoras al régimen de Bachar al Asad como grupos terroristas, cientos de civiles, entre ellos unos cien niños, murieron en esos bombardeos perpetrados por la aviación rusa y siria.
Para muchos analistas, Siria fue una escuela de guerra para Putin, donde también se destacó el trabajo del grupo paramilitar Wagner, que inició su reconocimiento internacional en este conflicto.
La eterna era de Putin
Vladimir Putin ha sido presidente de la Federación Rusa desde el año 2000 de forma casi ininterrumpida, a excepción de un periodo en el que ejerció como primer ministro. Putin tuvo un primer mandato entre el 2000 y el 2004 y uno segundo entre el 2004 y 2008.
La constitución rusa de 1993 impedía que un presidente pudiera desempeñar ese papel durante más de dos mandatos consecutivos, así que Putin designó a Dimitri Medvédev como su sucesor político, quien resultó elegido y fue presidente entre 2008 y 2012, periodo en el cual Putin fue primer ministro, aunque para muchos analistas en la práctica fue el presidente.
Putin volvió a ser elegido presidente en las elecciones de 2012, bajo una reforma constitucional que le permitía gobernar por un periodo más largo, de seis años, que iba de 2012 a 2018 y con la posibilidad de ser reelegido.
Durante este mandato explota el conflicto con Ucrania, por la anexión de la península de Crimea mediante un referéndum no reconocido por la comunidad internacional y acusado de fraude. En el año 2018 Putin volvió a ser presidente electo como presidente con el 76,6 % de los votos y, aunque el periodo debe expirar en 2024, en abril de 2021 firmó una ley que le permitirá seguir en el mandato durante dos períodos más, de seis años cada uno.
Teniendo en cuenta esos números, Putin podría ser presidente hasta 2036 si su salud se lo permite, superando el mandato de Stalin de un total de 29 años, entre 1924 y 1953.