El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se reunió este miércoles 26 de julio con Dilma Rousseff, la expresidenta de Brasil y actual presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS. Dicho encuentro se llevó a cabo antes de la segunda cumbre Rusia-África en San Petersburgo, donde Putin participará en diferentes encuentros internacionales.
El mandatario ruso expresó su apoyo al reunirse con la presidenta de la entidad financiera, Dilma Rouseff, en el Palacio de Constantino de San Petersburgo, donde se celebrará este jueves y viernes la segunda edición de la cumbre Rusia-África. Allí manifestó su apoyo para incrementar la liquidez del Nuevo Banco de Desarrollo del Grupo BRICS, integrado por naciones con economías emergentes y un gran potencial (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Putin expresó su confianza en que Rouseff logre desarrollar “este muy importante mecanismo” en condiciones de tensión geopolítica y cuando el dólar es utilizado “en calidad de instrumento de la lucha política”.
“Los miembros de nuestra organización, los BRICS, no se confabulan contra nadie. Trabajan a favor de intereses mutuos. Esto también se aplica a la esfera financiera”, recalcó Putin.
Igualmente, Vladímir Putin destacó que el empleo de divisas nacionales es cada vez más habitual en las operaciones comerciales entre los países del BRICS. “Al respecto, el banco podría jugar su papel”, aseguró el jefe del Kremlin.
El mandatario ruso además aseguró que los países BRICS no tienen intención de aliarse en contra de nadie y que, en el aspecto de las finanzas, el objetivo es trabajar por los intereses del grupo.
Entre tanto, Dilma Rouseff expresó que no hay ningún obstáculo que impida a los países en desarrollo realizar sus transacciones internacionales en sus monedas nacionales. Asimismo, fue enfática en que la nueva entidad “debe desempeñar un importante papel en el advenimiento de un mundo multipolar”.
La expresidenta de Brasil destacó la importancia de la cumbre Rusia-África para desarrollar el Sur Global: “Es crucial prestar atención al volumen de la deuda de esos países y también a su gran demanda de inversión. Es injusto e inadmisible que, a la hora de conceder créditos, se les impongan condiciones por parte de las instituciones financieras tradicionales sin participación del banco BRICS”, aseveró.
Es importante resaltar que este no fue el primer encuentro entre Putin y Rousseff, ya que el primero tuvo lugar en el año 2015, cuando la hoy presidenta del Banco de Desarrollo del BRICS era presidenta de Brasil y sostuvieron un diálogo durante la Cumbre Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que tuvo como sede la ciudad rusa de Ufá.
Previo a este encuentro, el presidente de Rusia mantuvo conversaciones con el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, también en el palacio de Constantino. Dentro de su agenda, Putin también tiene contemplado reunirse con su homólogo de Egipto, Abdel Fattah al Sisi.
Cumbre de los BRICS
La cumbre de los Brics de este año tendrá lugar del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, Sudáfrica. Vladimir Putin participará en el evento por videoconferencia y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, representará al país en persona en la cumbre.
Esta cumbre se desarrollará en el marco de una tensa situación. A mediados de marzo de este año, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió dos órdenes de detención por presuntos crímenes de guerra en Ucrania, una contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por deportación ilegal de niños ucranianos, un hecho sin precedentes, al ser la primera vez que este tribunal pide detener a un jefe de Estado aún en el ejercicio de su cargo.
También fue la primera vez en su historia que la CPI pidió la detención del presidente de una de las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Pese a esta situación, el presidente de Rusia fue invitado a la cumbre de los BRICS, pero, por el mismo motivo, este decidió no asistir de manera presencial a Johannesburgo, sino participar a través de videoconferencias.
Al respecto, el mismo presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, advirtió que una posible detención de Putin durante la cumbre de las economías emergentes sería “una declaración de guerra”.
Como Estado miembro de la CPI, Sudáfrica, que este año tendrá el rol de anfitrión, está obligado a cooperar en el arresto de Putin; sin embargo, la ciudad de Pretoria no ha revelado hasta el momento cómo procedería si el presidente ruso llegara a aterrizar en su territorio. Con la ausencia confirmada de Putin, la cuestión queda zanjada de momento.