Vladimiro Montesinos, el todopoderoso jefe de los servicios de inteligencia y brazo derecho del autócrata Alberto Fujimori, volvió a ser noticia en Perú desde su olvidada celda luego que un tribunal lo condenó a 22 años como autor mediato de la muerte y cremación de tres opositores. La sentencia el martes contra Montesinos y el exjefe del Ejército Nicolás Hermoza cerró un oscuro capítulo sobre desapariciones forzadas, practicadas por los militares durante la guerra contra el maoísta Sendero Luminoso, agrupación considerada terrorista en Perú.El caso de las dos estudiantes y un profesor detenidos en 1993 por una patrulla militar en la Universidad Técnica del Callao fue el último de una serie de procesos contra Montesinos por la desaparición de detenidos, según defensores de los derechos humanos. "No conozco (de) otros casos en que se impute crímenes o desaparecidos contra Montesinos", dijo a la AFP Carlos Rivera, un conspicuo abogado de derechos humanos y defensor de víctimas de los excesos represivos de las fuerzas armadas durante los años de plomo (1980-2000).Montesinos, de 71 años, está preso desde 2001 en una base naval de Lima tras ser extraditado por Venezuela, cuando gobernaba Hugo Chávez, a pedido del gobierno peruano. Montesinos, eminencia grisDescrito como un voraz lector de novelas de espionaje y amoral, este oscuro capitán del ejército pasa sus años en prisión escribiendo libros sobre seguridad y política internacional.Su abogada Estela Valdivia anunció este miércoles la inminente publicación del libro "Operación Chavín de Huántar, con el terrorismo no se negocia", sobre la toma y rescate de rehenes de la embajada del Japón en Lima cuando gobernaba Fujimori, hecho del que se cumplen 20 años en diciembre.  Montesinos, eminencia gris de Fujimori (1990-2000), cumple condena de 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad en la matanza de 15 personas -un niño entre ellos- en Barrios Altos y la desaparición forzada de 9 estudiantes y un profesor de la universidad La Cantuta, a cargo de un escuadrón de la muerte del Ejército en el marco de la lucha contra el terrorismo.En el juicio se demostró que todas las víctimas eran inocentes. Montesinos aún comparece ante los tribunales por dos casos de secuestro de opositores a Fujimori. Si llega a ser declarado culpable sus años en prisión no aumentarán, debido a que en Perú las penas no son acumulativas sino que se cumple la más alta. Hornos militaresEl tribunal que condenó a Montesinos también reveló en sus conclusiones que los tres desaparecidos fueron asesinados y sus cuerpos quemados en un horno en los sótanos del servicio de inteligencia del Ejército, en Lima. Esa afirmación ratificó lo que era un rumor difundido desde hace años por los periodistas, aunque siempre negado por los responsables militares. Los casos de cremación de sospechosos de pertenecer a la guerrilla maoísta se remontan a la década de 1980, cuando la fiscalía denunció y probó que se quemaron a detenidos en hornos del cuartel Los Cabitos en Ayacucho, la ciudad surandina cuna de Sendero Luminoso. La condena a Montesinos "implica que se practicó el terrorismo de Estado, hubo una violación sistemática de los derechos humanos no como dicen los militares que fueron casos aislados", indicó a la AFP el sociólogo Fernando Rospigliosi."Estos asesinatos se cometieron dentro del cuartel general del ejército", agregó, al recordar que, tal como asevero una Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2003, estos crímenes no fueron exclusivos del gobierno de Fujimori.La guerra de los grupos armados a Perú y su represión dejó más de 69.000 muertos entre 1980 y 2000."Saldré de la prisión al cementerio. Es mi misión y así estoy preparado para cumplirla", había vaticinado Montesinos en 2004, durante un proceso judicial. El exjefe del espionaje ha enfrentado más de 60 procesos, que van desde delitos de desviación de fondos de las fuerzas armadas, corrupción, violaciones de derechos humanos, narcotráfico e incluso la venta de armas a las FARC.