Este lunes se conoció que la NASA y SpaceX aplazaron por segunda vez, en pocos días, el despegue del cohete que llevará a cuatro astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), debido a que uno de los miembros de la tripulación padece un “problema de salud leve”.
“No es una emergencia médica y no está relacionado con el covid-19″, precisó sin más detalles la NASA en un comunicado.
Los astronautas estadounidenses Raja Chari, Kayla Barron y Tom Marshburn, así como el alemán Matthias Maurer, permanecerán en cuarentena en el Centro Espacial Kennedy hasta entonces, añadió la agencia.
Estaba previsto que hubieran despegado el domingo, pero debido al mal tiempo se aplazó para el miércoles.
Ahora el lanzamiento se ha reprogramado para el sábado 6 de octubre a las 23H36 locales (03H36 GMT del domingo), desde Cabo Cañaveral, en Florida. La NASA no dio a conocer el nombre del astronauta enfermo.
Esta misión, bautizada Crew-3, forma parte de la asociación multimillonaria de la NASA con SpaceX, la compañía de Elon Musk. Se firmó una vez finalizado el programa de transbordadores espaciales en 2011 para retomar los vuelos espaciales tripulados desde suelo estadounidense.
Los astronautas pasarán unos seis meses en órbita y llevarán a cabo numerosos experimentos a bordo de este laboratorio volador. Además, reemplazarán a los cuatro astronautas de Crew-2, que permanecen desde abril en la ISS.
El regreso a Tierra de Crew-2 está programado “para principios de noviembre”, pero este lunes la NASA afirmó que “sigue evaluando fechas” y no descarta un “traspaso indirecto” entre las dos tripulaciones.
Revelaciones del Perseverance
El róver Perseverance ha enviado a la NASA nuevas imágenes después de estar offline durante más de dos semanas, debido a una conjunción solar que comenzó a finales de septiembre.
La conexión por radio entre la Tierra y Marte se suspendió durante un corto periodo en el que el planeta rojo se encontraba al lado opuesto del Sol.
El pasado 25 de octubre, el perfil del róver en Twitter informó que la conexión se restableció ese día y Perseverance volvió a transmitir fotografías y panorámicas de los paisajes del cráter Jezero (la región que está explorando).
Antes de perder el enlace en septiembre, el vehículo había logrado tomar una muestra de roca marciana. Mientras estaba estacionado entre dos afloramientos rocosos, siguió funcionando con piloto automático y observando con sus cámaras la superficie.
Materia orgánica en Marte
La materia orgánica producida por organismos vivos se constituye de una mezcla de moléculas complejas de carbono, hidrógeno, nitrógeno y de unas pocas de oxígeno, explicó Sylvestre Maurice, del Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología de la universidad Paul Sabatier de Toulouse.
“Este tipo de materia la encontramos en la profundidad del suelo terrestre y los depósitos de sedimentos del delta, lo que confirma el interés por el cráter Jezero por parte de la exobiología”, la ciencia que estudia la vida en el universo.
Un aspecto favorable para creer en esta hipótesis es que Jezero fue un lago cerrado, donde el agua entraba sin salir. “Un lugar privilegiado para que hubiera formas de vida”, aseguró Mangold.
En cambio, un aspecto negativo en contra de esta tesis es que se trataba de un lugar “menos dinámico” y su actividad hídrica era menos amplia que la de un lago en que hubiera habido un río por el que saliera el agua.
El Perseverance también detectó la presencia inesperada de grandes piedras y bloques rocosos que demuestran la existencia en el pasado de fuertes corrientes fluviales.
Según el estudio, el final del periodo lacustre del cráter estuvo relacionado con un cambio climático mayor.
Todas estas observaciones, que el róver logró hacer manteniéndose a más de 2 kilómetros de distancia de las formaciones geológicas estudiadas, permitirán que ahora se concentre en tomar muestras, que deberían ser transportadas a la Tierra hacia 2030 para ser examinadas.
*Con información de AFP