El defensor del Pueblo de Perú, Walter Gutiérrez, anunció que presentará una solicitud a la Fiscalía para que reanude las investigaciones al presidente del país, Pedro Castillo, por presuntos delitos de tráfico de influencia y colusión.

Gutiérrez ha apuntado que pedirá al fiscal de la nación, Pablo Sánchez, que retome las investigaciones a Castillo, suspendidas hasta el final de su presidencia por la antigua fiscal general, Zoraida Ávalos.

“Creemos que el Ministerio Público es la institución persecutora del delito y no creemos justo para el presidente que haya un mando de duda o de sombra sobre él”, ha explicado Gutiérrez a la emisora peruana RPP.

En este sentido, el defensor del pueblo considera que si finalmente Castillo no tiene nada que esconder, quizás su “legitimidad” se vea fortalecida tras una “investigación máxima”.

El presidente Castillo fue investigado hace meses por la Fiscalía por presunto tráfico de influencias y colusión tras la visita de la empresaria Karelim López al Palacio de Gobierno, a una vivienda personal del mandatario.

Sin embargo, la exfiscal de la nación Ávalos suspendió las investigaciones hasta julio de 2026, fecha en la que culmina el mandato actual de Castillo. Sin embargo, las causas abiertas contra otros altos funcionarios y empresarios peruanos sigue en marcha, lo que permitiría recoger evidencias de la presunta corrupción de Castillo de cara a la reanudación de las investigaciones en 2026.

Castillo, contra la pared

El presidente Castillo se ha enfrentado, desde el inicio de su mandato, a una grave crisis política. Desde la renuncia total de sus gabinetes hasta varios procesos de vacancia, el gobierno del presidente peruano pende de un hilo.

El presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, se salvó este lunes de ser destituido por el Congreso dominado por la oposición derechista, al cierre de un juicio político que mantenía al país en vilo.

Tras un debate de más de ocho horas de duración en el Congreso, en el que el mandatario presentó sus descargos al inicio y luego hablaron 95 parlamentarios, solo 55 legisladores votaron a favor de la destitución, 54 en contra y 19 se abstuvieron. Se requerían 87 votos para ser aprobada.

“No ha sido aprobada la resolución de declarar la vacancia de la presidencia de la república”, declaró la jefa del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, tras la votación efectuada después de las 23h00 locales (04h00 GMT del martes).

El resultado de la votación no fue sorpresivo, porque los medios peruanos habían anticipado que los opositores radicales no contaban con los votos necesarios para echar del poder al gobernante, un maestro rural de 52 años.

La oposición acusaba a Castillo de falta de rumbo y permitir una presunta corrupción en su entorno. Además, le criticaron sus constantes crisis ministeriales que se traducen en cuatro gabinetes en ocho meses, algo inédito en Perú.

Esta fue la segunda moción de vacancia contra Castillo, que asumió la presidencia en julio de 2021 tras ganar un apretado balotaje a la derechista Keiko Fujimori. En diciembre, el Congreso desestimó una medida similar.

De haber sido cesado, Castillo habría tenido un destino parecido al de sus predecesores, el centrista Martín Vizcarra, destituido por el Congreso en noviembre de 2020, y el derechista Pedro Pablo Kuczynski, quien dimitió en marzo de 2018 cuando se hizo evidente que no sobreviviría a un segundo juicio político.

Luego de la votación, Castillo lanzó una invitación a la oposición derechista para “conversar” sobre los temas “urgentes” del país, un día después de librarse de ser destituido por el Congreso.

“Yo hago un llamado para sentarnos a conversar y agendemos los temas más urgentes del país, como la educación”, declaró el mandatario, quien superó el lunes un juicio político de destitución, ocho meses después de llegar al poder.

“En este cronograma que tengamos el gobierno central o los ministros a las regiones del país nos acompañen también los congresistas de cada una de las regiones”, añadió Castillo durante una visita a Puerto Bermúdez, un distrito o a orillas del río Pichis, a unos 450 km al noreste de Lima.

*Con información de Europa Press y AFP.